Fernando Vidal
Director de la Cátedra Amoris Laetitia

Polarización religiosa contagiosa


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En el siglo XX, las distintas regiones del mundo mantuvieron su singularidad en medio de la hegemonía cultural estadounidense, pero las redes sociales han multiplicado la mimetización de sus opiniones y comportamientos. Eso hace importante el seguimiento de las tendencias en religión y muy útil un libro titulado 20 mitos sobre religión y política en Estados Unidos (Fortress, 2022). Su autor es Ryan Burge (@ryanburge), pastor baptista y prestigioso politólogo de la Universidad de Eastern, Illinois. Ya en 2021 comentamos su revelador libro The Nones, sobre increencia.



Una de las principales conclusiones señala que lo más característico hoy de la religiosidad estadounidense es la polarización. Aumenta el grupo de no creyentes y desafiliados religiosos, se mantiene el cristianismo más conservador y se hunde el centro religioso, principalmente el católico y protestante liberal. La razón de esta polarización no es la bioética, ya que solo un tercio de los cristianos más conservadores (evangélicos blancos) ilegalizarían el aborto.

Factor radicalizador

El rechazo a la diversidad racial es un factor más radicalizador. No contra la inmigración ilegal, sino contra toda presencia de migrantes en la sociedad. Casi dos tercios de los evangélicos más conservadores piden reducir a la mitad el porcentaje de migrantes en el país, en comparación con el 17% de ateos o 21% de agnósticos. La pureza racial y la homogeneidad cultural son factores con progresivo poder para definir la religiosidad.

Burge considera que, en los próximos años, la polarización se acentuará incluso más debido a la derechización del electorado blanco y la reacción de desafiliación religiosa de las mayorías ante la radicalización política cristiana. El cristianismo dominante pierde capacidad para dialogar, unir, convivir, encarnarse, y su contagio al mundo fluye por todos los medios.