Fernando Vidal
Director de la Cátedra Amoris Laetitia

La revolución pneumatológica


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Una reciente encuesta de Gallup a 1,5 millones de personas de 113 países revela que la angustia vital ha subido del 25% en 2009 al 31% en 2021. Definen angustia vital como un intenso estado de tristeza y estrés. Otra encuesta realizada en 2020 por la Cátedra Contra el Estigma (Universidad Complutense) mostraba que, para el 11% de la población española, su vida carece de propósito, y el 23% niega que su vida tenga sentido.



La crisis más profunda del mundo se resiente en esas encuestas: una crisis ontológica que inyecta una insoportable incertidumbre sobre qué es cada cosa y tu propia existencia. El manifiesto ruso-chino de marzo de 2023 es otro claro signo: cuestionan que Occidente imponga un único significado a las categorías Democracia y Derechos Humanos. Pretenden que ambos términos sean compatibles con asesinatos y tiranía. Quieren que todo sea lo que el poder diga que es.

Pero Dios ama, habla y labora en la historia. En Él cada cosa muestra su ser de amor. La mística trinitaria de Francisco nos invita a intensificar una relación viva con el Espíritu Santo. Su reforma pneumatológica pide que demos forma a nuestra vida y las estructuras eclesiales para sentir y discernir lo que el Espíritu nos comunica en cada momento. Es la clave de la sinodalidad.

Revolución evangélica

La crisis existencial y el impacto que está teniendo sobre la angustia y la salud mental muestra el resquebrajamiento de los cimientos de nuestra civilización moderna. El mundo necesita que la Iglesia aprenda y comparta la más profunda cultura fraterna del discernimiento espiritual. Es errónea la batalla fundamentalista contra la sinodalidad, porque peca de ensimismamiento y obsesión por el poder. La sinodalidad no va sobre el poder, sino sobre el don y los dones del Espíritu para compartir: una revolución evangélica.

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