José Francisco Gómez Hinojosa, vicario general de la Arquidiócesis de Monterrey (México)
Vicario General de la Arquidiócesis de Monterrey (México)

La Inteligencia Artificial y la paz


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El 1º de enero de 1968, y con el nombre de ‘Día de la Paz’, Pablo VI convocó a la primera celebración de la jornada mundial de la paz. Algunos de sus mensajes posteriores fueron “Si quieres la paz, trabaja por la justicia” (1972), “La reconciliación, camino hacia la paz” (1975) y “No a la violencia, sí a la paz” (1978).



De Juan Pablo II destaco: “Para construir la paz, respeta a las minorías” (1989), “Si quieras la paz, sal al encuentro del pobre” (1993), “El secreto de la paz verdadera reside en el respeto a los derechos humanos” (1999) y “No hay paz sin justicia. No hay justicia sin perdón” (2002). Los mensajes que más me llamaron la atención de Benedicto XVI fueron: “Combatir la pobreza, construir la paz” (2009) y “Si quieres promover la paz, protege la creación” (2010).

Y Francisco de Roma nos ha regalado, entre otros: “Migrantes y refugiados: hombres y mujeres que buscan la paz” (2018), “La cultura del cuidado como camino de paz” (2021) y “Nadie puede salvarse solo. Recomenzar desde el COVID-19 para trazar juntos caminos de paz” (2022).

El Papa Francisco, en el vuelo hacia Mongolia

Pues mañana celebraremos la jornada de este año, la número 57, y lleva por título su mensaje: “Inteligencia artificial y paz”. Dividido en ocho breves apartados, reflexiona sobre el progreso de la ciencia y de la tecnología como camino hacia la paz, el futuro de la IA entre promesas y riesgos, la tecnología del futuro: máquinas que aprenden solas, el sentido del límite en el paradigma tecnocrático, temas candentes para la ética, ¿transformaremos las espadas en arados?, desafíos para la educación y desafíos para el desarrollo del derecho internacional.

El texto, aunque compacto, profundiza en temáticas que han estado sobre la agenda social en los últimos años, y que siguen exigiendo atención de nosotros: los impactos en la ética de la ciencia y la tecnología, el avance de estas: ¿ayuda o perjudica a los más pobres?, ¿ellas son un enemigo para el ser humano, o más bien un compañero de jornada?, ¿hacia dónde irá la educación del futuro?, ¿cuál será el impacto de la IA en la pastoral y la evangelización?, etc.

Concluye el Papa Bergoglio con un deseo al finalizar el año y al recibir al siguiente: “Mi oración al comienzo del nuevo año es que el rápido desarrollo de formas de inteligencia artificial (IA) no aumente las ya numerosas desigualdades e injusticias presentes en el mundo, sino que ayude a poner fin a las guerras y los conflictos, y a aliviar tantas formas de sufrimiento que afectan a la familia humana” Así sea, y mis mejores deseos para el próximo año.

Pro-vocación

Y, mientras tanto, The New York Times acaba de demandar a OpenAI y Microsoft por infracción de derechos de autor. El periódico sostiene que la tecnología artificial de tales empresas copió de manera ilegal millones de artículos para entrenar al ChatGPT. A ver si las instituciones demandadas leen el mensaje del Papa Francisco.