Huelga de médicos


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Hay una huelga de médicos convocada para el viernes 13 de junio. Cuando lean estas líneas, esta medida extrema ya habrá tenido lugar. Conviene analizar por qué se ha llegado a una huelga para pedir mejoras laborales.



Cuando no queda margen para la negociación, cuando las vías de entendimiento se han roto, cuando las demandas de los profesionales son desoídas y ninguneadas, tal como hace este Gobierno, no queda más camino que la huelga. Un Gobierno que, en el terreno sanitario, incumple las leyes que promulga (ley de la ELA) y promulga otras que reflejan desprecio por la dignidad de la vida humana (como la mal llamada ley de la eutanasia, en realidad de suicidio asistido, o la ley del aborto).

A nadie le gusta

Es una medida que a nadie mínimamente cabal le gusta tomar: altera el funcionamiento de una institución tan delicada y en equilibrio precario como es un hospital, y produce pérdidas económicas significativas. Puede ser malentendida y peor interpretada, y se presta a numerosas manipulaciones.

Sin embargo, el personal facultativo, en el que me incluyo, ha sido maltratado demasiado tiempo. Se le exigió ir más allá en la pandemia, y aceptó el reto. Recibe en no pocas ocasiones el maltrato de pacientes y familiares, sin recibir ayuda alguna de las instituciones en las que trabaja, en las que además suele ser ignorado por los gestores sanitarios. El médico clínico se halla alejado de los centros de decisión. Si a eso se le añade que los sueldos base son ralos y las muchas horas que resultan necesarias para completarlos, el panorama no es halagüeño, incluso si la vocación médica todavía sobrevive.

Allá por los años ochenta

Sería interesante preguntarse por qué hemos llegado hasta aquí y cuándo comenzó a socavarse el papel del médico en el sistema sanitario, pero ese análisis sería demasiado largo, porque se inició décadas atrás. Baste decir que, allá por los años ochenta se diseñó un sistema sanitario donde los facultativos apenas tuviesen influencia real, lo cual ha originado que los gastos sanitarios se disparen y los cargos intermedios de gestión hayan crecido exponencialmente, entre otras muchas disfunciones.

Médico general

En el momento actual, venimos al hospital, hacemos nuestro trabajo lo mejor que podemos y sabemos y, a pesar de todas las frustraciones y dificultades, nos contentamos con la satisfacción interna del deber cumplido… Y esperamos la jubilación. Si se quería desmotivar y bloquear a un colectivo, no pudo pergeñarse una mejor estrategia.

Dos excepciones

Por todo ello y muchas otras razones que quizás cite en alguna entrada futura, los médicos de casi todas las comunidades autónomas del país (excepción habitual de Cataluña y País Vasco, que “van por libre” por razones espurias, dado que la problemática es compartida), hemos sido llamados a la huelga.

Recen por los enfermos, por quienes les cuidamos y por este país.