Enrique Lluc
Doctor en Ciencias Económicas

Hay que devolver a tiempo


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El Eclesiástico sigue con sus recomendaciones financieras afirmando: “Presta al prójimo en su necesidad, y devuelve a tiempo lo prestado. Mantén tu palabra, sé fiel con él, y en todas tus necesidades hallarás lo que precisas” (Eclo 29,2-3). Nos anima el ‘Sirácida’ a que seamos serios y devolvamos lo que debemos en sus debidos tiempos y formas. La responsabilidad, el cumplimiento de lo prometido, la seriedad en lo pactado, constituyen un ideal que le permitirá a quien lo cumple ser reconocido por sus iguales y recibir ayuda sin problemas la próxima vez que la necesite. Solo vamos a tener la garantía de ser socorridos por alguien, cuando tenemos un historial de seriedad y poco riesgo. Quienes financian van a estudiar si hemos devuelto en las anteriores ocasiones para saber si vuelven a prestarnos de nuevo. Solo los que tienen poco riesgo van a lograr financiación y por ello es importante cumplir puntualmente con las obligaciones que hemos asumido.



A pesar de esto, las instituciones financieras pueden tener la tentación de prestar a personas e instituciones que tienen unos niveles de riesgo muy elevados. En los años anteriores a la gran crisis económica que tuvimos a principio de este siglo, se concedió financiación a sabiendas de que quien la recibía iba a tener muchas dificultades para cumplir con los plazos de devolución y pago de intereses. Quien les prestaba se arriesgaba a quebrar y ver como su dinero se esfumaba (como sucedió finalmente en aquella crisis)

Quien recibe esta clase de préstamos los toman como una ganga que le ha venido del cielo y ponen en aprietos a aquellos que se lo concedieron (Eclo 29,4). En estos momentos el Banco Central Europeo a través del Banco de España pone restricciones al crédito para intentar que no se tomen tantos riesgos y que no se preste a personas que son claramente insolventes o que tienen unas altas posibilidades de impago. Sin embargo, todavía pueden verse gran cantidad de personas con unos niveles de endeudamiento bastante elevados.

Dinero

Realizar esta clase de préstamos que llevan a quienes los reciben a una situación de elevado endeudamiento es, una irresponsabilidad, no solo por quienes financian, sino también por quienes son financiados. Ni los primeros deben prestar a quienes piensan que van a tener dificultades para devolver, ni los segundos deben incrementar su nivel de endeudamiento a porcentajes que les van a hacer totalmente dependientes de las entidades que les financian.

Volvemos a ver, como hicimos la semana pasada, la necesidad de que una actividad tan importante como es la financiera, se realice de una manera transparente y ética, que el afán ilimitado de lucro no lleve a actuaciones excesivamente arriesgadas y a hacer que los prestatarios acaben dependiendo totalmente de sus prestamistas.