José Beltrán, director de Vida Nueva
Director de Vida Nueva

El obispo que despeja el balón de los abusos


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MIÉRCOLES

Centro Pignatelli de Zaragoza. Coloquio con Cristina Inogés y Cristina Sánchez. Sobre los vaivenes de la Iglesia, vislumbrando tinieblas futuras. Desde su butaca, Álvaro nos invita a mirar con algo más de esperanza. Recojo el guante. Siempre y cuando seamos capaces de superar la obsesión por el número y mantener la fachada impoluta.



Entretanto, el jesuita Jesús María Alemany nos enseña la oficina de la niña de sus ojos: la Fundación Seminario de Investigación para la Paz. No es para menos. Cuatro décadas tendiendo puentes. Y no en abstracto. Para prueba, lograr que las Cortes de Aragón aprobaran hace un par de meses la Ley de Cultura de Paz, que se aterriza en compromisos concretos en colegios, investigación, medios de comunicación, cooperación internacional… Acción eclesial política. Ni partidista ni ideologizada.

SÁBADO

Primera comunión de Amaia. De diez. Porque los envites de la vida hacen saborear como nunca el reencuentro familiar. Y de paso, descubrir por mi prima Emma que en el pueblo somos ‘los del aguador’. Por el bisabuelo que llevaba a Santa María del Campo Rus ese bien potable que ya escaseaba entonces. Vocación de calmar la sed de otros. A heredar.

MARTES

Hay un obispo que, de vez en cuando, deja caer que el problema de los abusos en España es cosa de los religiosos porque tienen colegios. Echa mano de las estadísticas. De las publicadas. No sería yo tan avezado en la conclusión. Tal vez, un alumno vejado en los 70 o anteayer no tenga vínculo espiritual alguno con la congregación del centro correspondiente y por ello no dude un segundo en denunciar.

La reacción puede cambiar en una parroquia, porque hay un vínculo afectivo y sentimiento de pertenencia a la institución. Quizá, esa identificación y sugerir que ir por lo civil constituye un escándalo y un ataque a la Iglesia cuando todo se puede resolver en casa, frene alguna demanda y la estadística cambiaría. Como el juicio verbal de esa mitra, que puede iniciar un trabajo de campo solo con echar un vistazo a los casos que ha resuelto en su despacho.

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