Para saber la realidad de una guerra hay que ver no tanto a sus señores, sino a sus víctimas ocultas. Es el caso de la historia del joven soldado israelí Daniel Edri, de 24 años, quien se suicidó el sábado 5 de julio en un bosque cerca de Safed. Edri fue reclutado como soldado en las Fuerzas de Defensa de Israel en la guerra contra los palestinos. Desde el inicio ha recibido el brutal impacto del conflicto porque dos amigos suyos de la infancia habían sido asesinados en el Festival Nova de Música cuando la organización terrorista Hamás irrumpió en territorio israelí el 7 de octubre de 2023.
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En medio de la confusión y sufrimiento por la pérdida de los amigos a los que estaba hermanado, fue llamado a filas y empleado como transportista para llevar a las tropas a los frentes tanto de Gaza como Líbano. También condujo los camiones que recuperaban sus cuerpos para devolver los cadáveres. Hay extrañas situaciones que son signos de horror: el mismo conductor que va a buscar a los jóvenes para llevarlos combate, los va a buscar muertos para hacerlos regresar a sus hogares.
Estrés Postraumático
Tras año y medio de servicio, cuando fue licenciado y pasó de nuevo a la reserva regresó a su casa, pero su madre, Sigal Edri, cuenta que inmediatamente le atormentaron las pesadillas que una y otra vez le devolvían a la guerra. Incluso durante el día sufría visiones de las explosiones e incendios, e incluso sentía el olor de los cuerpos asesinados.
Se quejaba desolado que no podía dejar de ver y oír la destrucción. Ese tormento psíquico le condujo a un estado de colapso frente al que anunció a sus familiares que la única solución para evitarlo era quitarse la vida. El Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) se prolongó durante meses y las noticias que procedían de los horrores de la guerra no hacían sino agudizarlo.
Ya en febrero el Ministerio de Defensa reconoció que sufría TEPT y le ofreció opciones terapéuticas, pero según el ministerio, Daniel no las aprovechó. Precisamente este domingo 6 de julio había aceptado ingresar en una clínica de rehabilitación, pero el sábado las circunstancias le llevaron a quitarse la vida. Se le encontró dentro de un coche en llamas en el bosque. Fue el único trasporte que encontró para salir de ese infierno en que Tierra Santa ha sido convertida.
Demolición
La destrucción masiva y cruel que se deja que contemplemos de las guerras es solamente la punta del iceberg: la mayor parte del sufrimiento, muerte y devastación permanece oculto a nuestra mirada y solo hechos como el desgraciado suicidio de Daniel Edri son calas que nos hacen intuir la profundidad y vastedad de la demolición. Tuvimos noticia de este caso por un artículo en el diario israelí ‘Haaretz’ el 7 de julio de 2025.
