Redactor de Vida Nueva Digital y de la revista Vida Nueva

¿Cómo vivir un verano en católico? (y V)


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El verano es tiempo de viajes, visitas, cultura y naturaleza. Circuitos y rutas pueden combinar de mil maneras estos ingredientes y muchos rincones pueden ser un redescubrimiento y lanzar mil mensajes a la mente y al espíritu. Entre las muchas posibilidades me quedo con una que es fácil de alcanzar, en cierto modo, desde casa.



La página web

Desde el pasado mes de mayo el arzobispado de Oviedo puso en funcionamiento una página web dedicada al Prerrománico Asturiano (www.prerromanicoasturias.es), dentro de un proceso mayor de unificar a través de un logotipo y otras actuaciones la marca de este arte que constituye uno de los legados más destacados del patrimonio religioso del norte de España.

En su presentación se señalaba en que el web, que cuenta con contenidos elaborados con la colaboración de expertos del Museo arqueológico de Asturias y de la Universidad de Oviedo, se recoge “además de las iglesias prerrománicas declaradas Patrimonio Mundial, el máximo reconocimiento en materia de Patrimonio Cultural, se presenta el resto de iglesias que el avance de la investigación en el campo de la Arqueología y de la Historia del Arte ha contribuido a reconocer y valorar”.

Sin duda el testimonio más visible del arte asturiano son los templos, como el de Santa María del Naranco, San Julián de los Prados, Santa Cristina de Lena o el monasterio de Valdediós; pero también se han rescatado otras manifestaciones de este arte como son diversas piezas arquitectónicas, artísticas y epigráficas de los siglos del Reino de Asturias.

Siempre hay que celebrar que vuelva el interés por este arte humilde, sencillo y hasta evocador por sus claroscuros. Los rayos de luz a través de las ventanas geminadas ofrecen una perspectiva nueva de la naturaleza y de uno mismo. Merece la pena ir a Pravia, Las Regueras, Colunga, Villaviciosa, Priesca, Fuentes o Gobiendes, contemplar la auténtica ventana trigeminada de San Tirso el Real de Oviedo o Santa María del Naranco que ha sido símbolo turístico insuperable de Asturias durante tanto tiempo, subir al Naranco y entrar o rodear San Miguel de Lillo… Además este verano nos ha traído la nueva sala de recepción de visitantes del monasterio de Valdediós y la reorganización de la visita a la Iglesia prerrománica de San Salvador y al monasterio cisterciense de Santa María en el entorno. Parece que por fin llega el momento del prerrománico, es hora de recuperar algo de la sencillez y pureza de este arte.