Redactor de Vida Nueva Digital y de la revista Vida Nueva

¿Cómo ha resultado el Pentecostés tradicionalista de Chartres?


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La peregrinación

Con motivo de la celebración de Pentecostés, del 7 al 9 de junio, en Chartres (Francia) se ha organizado una peregrinación que comienza en París en torno a la tradicionalista advocación de Nuestra Señora de la Cristiandad –agendada el Lunes de Pentecostés–. No es algo nuevo, sucede cada primavera y el germen de la división parece hacerse cada vez más explícito. Unos 19.000 participantes se han sumado a esta cita que acoge cada día una misa con el ritual tridentino, en esta ocasión la dominical presidida por el siempre dispuesto a defender la eclesiología del pasado, Athanasius Schneider, obispo auxiliar de Astaná (Kazajistán).



Como ya informó Vida Nueva, a los obispos franceses encargados del seguimiento de las comunidades tradicionalistas –Dominique Lebrun, arzobispo de Rouen, y Vincent Jordy, arzobispo de Tours no les parecía que las reglas vigentes justificaran la celebración según el rito extraordinario. Sin embargo, al responsable de la autorización, el obispo de Chartres, Philippe Christory, defendió en La Vie su “rechazo rotundo a prohibir a los sacerdotes que participan en la peregrinación celebrar la Misa y la confesión según la forma actual del rito romano”. Es más se ha ofrecido también a presidir una de las misas. Con razón los organizadores, la asociación Notre-Dame de Chrétienté, a través de un comunicado a La Croix de su presidente Philippe Darantière han alabado al obispo Christory, del que dicen “sabe cuánto impulsan el rito tridentino y la pedagogía tradicional nuestra peregrinación y cuántas gracias recibimos de ella”.

Peregrinacion Tradicionalistas Francia Chartres

Con todas estas tensiones se ha llegado al domingo de Pentecostés en el que los apóstoles reciben del Espíritu el don de lenguas para que cada uno de cuantos les escuchan les entiendan en su idioma –justo lo contrario de la liturgia en latín que no es precisamente la lengua franca de los jóvenes franceses–. Mientras en la catedral se han organizado las confirmaciones de 130 jóvenes a las cinco de la tarde y otros 130 adultos a las ocho y media; antes de comer, en una angosto escenario al aire libre en Rambouillet, en las Yvelines, Schneider presidió la misa apelotonado con varios sacerdotes ayudantes a los que ‘paternalmente’ el obispo corregía o avisaba en sus deslicen con una liturgia que parecía no ser la que los clérigos estudiaron en su día.

La de 2025 ha sido la edición número 43 y la asociación ha publicado un amplio manifiesto de seis páginas –citando mucho a Juan Pablo II y Benedicto XVI y olvidando más a Francisco– sobre las disputas litúrgicas entre la forma ordinaria y extraordinaria y reivindicando los “tres pilares de Chartres: tradición, cristiandad, misión”. Para esta cita los sacerdotes solo pueden participar –gratis, eso sí– si llevan obligatoriamente su sotana y una estola reversible blanca y morada, lo mismo los religiosos y religiosas que acompañan con su hábito propio. Las logística especifica que cada sacerdote podrá “celebrar su misa diaria según el misal de 1962 antes de las salidas”.

Peregrinacion Tradicionalistas Francia Chartres Atanasius Schneider

La transición a la minoría

En una entrevista publicada este domingo por ‘La Croix’ al sociólogo Yann Raison du Cleuziou, que acaba de publicar su análisis sobre la evolución del catolicismo francés, matiza los movimientos de “regreso a lo religioso” de algunos grupos de jóvenes. Un movimiento minoritario frente a la tendencia de crecimiento de la indiferencia o el ateísmo. Por ello, ese regreso es para el experto más bien una “transición minoritaria del catolicismo” que implica “intensificar y visibilizar” la práctica religiosa buscando “la intensidad de la experiencia religiosa para resistir el borrado” frente a otras religiones y opciones.

La forma más común de “resistencia” está tomando forma de “búsqueda de solemnidad en la liturgia, una cierta verticalidad de la autoridad sacerdotal, una teología mucho más clásica, una búsqueda de marcos para la vida cotidiana”, señala el sociólogo para diferenciarse más de la sociedad secularizada y ofrecer una visión más contrapuesta en la que ya no importan dialogar con la base de los valores compartidos. Y esto, apunta Raison du Cleuziou preocupa a los mayores que han interiorizado la dinámica del Vaticano II enfocada al “compromiso social y una apertura al mundo”.

En este sentido, afirma en un momento de la entrevista que “los mayores crecieron en un catolicismo culturalmente dominante, aunque tan debilitado. Su estrategia para perpetuar su atractivo fue atenuar su gravedad, proponer en lugar de imponer. Esto se tradujo en una forma de desacralización de los ritos, una lectura más simbólica de las Escrituras, una empoderamiento de la vida íntima, especialmente en materia sexual. Los jóvenes, por su parte, evolucionan en un paisaje donde su fe es una excepción. Su respuesta es la inversa: afirmar su identidad religiosa, reforzar la coherencia, reclamar la diferencia. Por un lado: compromiso; por otro: distinción”.

Mientras, hoy los peregrinos llegan a la catedral de Chartres. En julio se prevé la edición española con Covadonga como meta.

Misa Tradicionalista Francia