José Beltrán, director de Vida Nueva
Director de Vida Nueva

El ‘caso embajador’ de Vida Nueva


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JUEVES 5. Un WhatsApp: “Vida Nueva citada en los titulares del Telediario de TVE… ¡Menudo nivel!”. Es solo el primero. El buen hacer de Antonio Pelayo, reconocido en plena tormenta catalana. Mérito al relatar el parecer de la Santa Sede sobre el derecho de autodeterminación solo en caso de descolonización y el respeto a la legalidad constituida. Con las felicitaciones, también llegan los ataques. De quienes acusan a esta revista de medio “españolista” mediatizado por la versión interesada del Gobierno y manipulador de unas palabras del Papa que no ha dicho. Quienes cuestionan no conocen ni de lejos a un profesional intachable en el uso de las fuentes.

VIERNES 6. Sí, yo también he caído en parcelar tanto la pastoral que cerceno todo brote que se sale de lo establecido. Por eso Manques nunca me deja de sorprender. La vida le ha llevado a toparse en un aula con millennials con máster, erasmus y cinco idiomas a la espalda. No se le ocurre otra cosa que invitarles a Buenafuente. Acceden. De buena gana. “Frente a lo que se pueda pensar, no tienen nada contra la Iglesia. Directamente no la conocen. Ni fu ni fa”. Sin metodología anglosajona alguna, les acompaña. Les escucha. Les propone. Sin presiones ni agobios. Que fluya. Propone una hora en silencio. Y aceptan. Un mes después, un mensaje: “Estoy feliz. Me siento distinta. He bajado las persianas de casa y me he silenciado”. Dejemos macerar. Reflexión de Manques: “Aquí estoy. Ese es el primer paso. No nos obsesionemos con lo demás, que ya llegará: haz de mí lo que quieras”.

SÁBADO 7. La llovizna por redes sociales sobre el “caso embajador” continúa. No suelo entrar en debate en Twitter porque sé lo escaldados que han salido algunos y lo fácil que es dar a entender lo que ni tan siquiera se ha entendido. Pero en esta ocasión consideraba que tenía un interlocutor digno de debate. No es así. Me rindo en menos de 140 caracteres. “De verdad: bandera blanca. Esto solo lleva a fomentar la espiral de tensión. Me bajo en esta parada. Siento si te he ofendido. Un saludo”.

DOMINGO 8. Reflexión de Carmen Rigalt en El Mundo. “Los curas agitadores no son ninguna novedad. Lo que constituye una novedad son los curas indepes”. Quizá ocurría como con esa mayoría silenciosa que ha abarrotado las calles de Barcelona. Ahí estaba, pero se la ignoraba. Por cierto, que la Rigalt bautiza en su artículo a Omella como “el nuevo Tarancón”. No anda desencaminada.

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