Prolífico, el papa León XIV -Robert Francis Prevost Martínez- acaba de publicar, el 20 de noviembre, un nuevo libro. Se trata de ‘La fuerza del Evangelio: La fe cristiana en 10 palabras’, editada por la Librería Editrice Vaticana, a cargo de Lorenzo Fazzini. El texto reúne discursos y alocuciones del papa León XIV, más una introducción de su propia mano que ya circula en las redes.
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No he podido leer la obra, pero reseñas bibliográficas ya nos presentan cuáles son esas 10 palabras. A saber: Cristo, comunión, paz, corazón, iglesia, misión, los pobres, fragilidad, justicia y esperanza. El Papa norteamericano-peruano -aunque más latinoamericano, en mi opinión-, resalta las primeras tres en las páginas iniciales.
Portada de ‘La fuerza del Evangelio’
Habrá que leer el por qué de tales énfasis pero, por lo pronto, me congratulo de que no aparezcan otras 10 que, por desgracia, son frecuentes en el lenguaje clerical. Van:
- Demonio. Prevost Martínez no lo menciona como el clásico enemigo, ángel caído que nos invita pecar.
- Infierno. León XIV no lo refiere como el lugar al que iremos a parar si nos portamos mal. Tema central en la pedagogía del miedo.
- Pecado. Prevost Martínez no lo anota como una de sus principales preocupaciones. Lo importante no es no pecar, sino hacer el bien.
- Sexo. León XIV no lo incluye, como tampoco Jesús de Nazaret, en sus prioridades. Y es un estirón de orejas para este mundo hipersexualizado.
- Tradición. Prevost Martínez no la prioriza entre sus preocupaciones, pero, como buen agustino, mencionará con frecuencia a su referente.
- Norma. León XIV, aunque doctor en Derecho Canónico, no parece importarle la preeminencia de las leyes sobre la vida.
- Institución. Prevost Martínez reconociendo, supongo, la importancia de la estructura eclesial, opta por fortalecer su carisma, su misión.
- Juicio. León XIV, con la omisión de esta palabra, nos recuerda que los confesores no somos jueces sino solo absolvedores.
- Jerarquía. Prevost Martínez no pronuncia esa palabra. Aunque fue Prefecto de la Congregación de los Obispos, apunta más al laicado.
- Rito. León XIV no lo señala. La liturgia, entonces, celebración de la fe, solo si está precedida por su reflexión y su vivencia.
Celebro, entonces, que estos conceptos no estén en la mente del papa León XIV como claves de su magisterio. Detengámonos en los que sí aparecen en su libro. Hay que leerlo.
Pro-vocación
Los obispos mexicanos, en el mensaje conclusivo de su reciente asamblea plenaria, la CXIX, apuntan a que el año próximo celebrarán la memoria de la resistencia cristera que nos interpela. La Cristiada o Guerra Cristera (1926-1929), ha sido objeto de numerosos análisis. El comunicado episcopal no fue bien recibido por especialistas como Bernardo Barranco -amigo de muchos jerarcas aztecas- quien afirma: “desconocemos si el episcopado cuenta con asesores en historia”. Veremos qué nos proponen el año próximo, centenario de esa conflagración.
