Cáritas Alcalá combate la soledad no deseada gracias a un estudiante

La diócesis de Alcalá de Henares ha puesto en marcha desde el pasado 19 de octubre el proyecto ‘Corazón del Barrio’. Una apuesta organizada desde Cáritas y la Delegación de Familia y Vida que ha surgido a partir de un trabajo final de grado (TFG) sobre la soledad no deseada. Su autor ha sido el estudiante Pablo Utrera, tras realizar Educación Social en el Centro Universitario Cardenal Cisneros.

Prevenir y paliar

“Creo que el Señor me ha dado siempre dones hacia las personas mayores y quería plantear un TFG centrado en residencias y algo así como que resultara más fácil. Pero el Señor, también un poco a través del director del TFG, me insistió, como, ‘bueno, tú eres católico, enfócalo un poco más hacia la parroquia’. Y al final salió algo que me fue llenando un poco más. La verdad que acabé muy contento y él me dijo, ‘oye, esto es factible, ¿por qué no lo presentas a Cáritas?’. Y el Señor, que tiene sus caminos así un poco que nadie los entiende, me llevó a Cáritas y eso se quedó ahí y unos meses. Y, mira, aquí estamos iniciando”, ha explicado el propio estudiante, según recoge la propia diócesis.

“Vimos que era muy necesario y muy importante ponerlo en marcha en nuestra diócesis”, apunta por otro lado Rubén Gómez, delegado de Familia y Vida que ha implicado a un matrimonio, Paloma y Tomás, para “facilitar relaciones donde las personas se sientan queridas y valoradas por ellas mismas. Que todo esto ayude a mejorar su calidad de vida. Lo importante es que entre ellos generen vínculos, amistad y les pueda dar esta opción de salir de sus casas y poder estar con otras personas para ir paliando estas situaciones de soledad no deseada que por desgracias tenemos en nuestra diócesis”.

Y es que, como ha estudiado Utrera, una de cada cinco personas, es decir, el 20% de la población se encuentra en esta situación de soledad no deseada que conlleva una pérdida de cantidad o calidad de relaciones sociales. Así, ‘Corazón del Barrio’ está enfocado “en las personas mayores especialmente por los efectos directos que tiene en su salud física, por ejemplo, con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y de salud mental. Con más probabilidad de sufrir depresión y ansiedad” implicando a las parroquias como lugar de encuentro. “Lo que queremos hacer desde la parroquia es ofrecerles ese espacio donde ellos se puedan juntar, donde tengan un lugar de encuentro y donde ahí se pueda prevenir la soledad no deseada o paliarla con la gente que la pueda tener”, según Juan Miguel Prim, párroco de una de Santa María la Mayor, una de la pioneras junto a Santiago Apóstol, San Marcos, San Pedro y San Isidro. A medida que vayan surgiendo voluntario irá creciendo. Para ser voluntario en esta iniciativa basta con preguntar en Cáritas diocesana o en la Delegación de Familia y Vida.