Fernando Vidal
Director de la Cátedra Amoris Laetitia

Renacimiento religioso vs revolución confesional


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El reavivamiento cristiano es un fenómeno al que los grandes medios ya han comenzado a prestar atención. Entre los complejos elementos que forman el fenómeno, hay que considerar la mezcla del factor religioso con el alzamiento de la ultraderecha en todo Occidente. Trump, Kirk, Putin o Le Pen son paradigmáticos. Hay una diferencia crucial entre un renacimiento religioso y una revolución confesional. El ensayista evangélico David French lo analizaba con acierto en ‘The New York Times’ el pasado 16 de octubre.



El renacimiento religioso es un término muy arraigado en el evangelismo y señala a la conversión de quien no es cristiano o un despertar de cristianos pasivos a una fe más auténtica y viva. Suele caracterizarse por la humildad, el arrepentimiento, el perdón, la sed de conocimiento más profundo, un nuevo amor que transforma la vida, la unidad con los prójimos, el servicio a los pobres y una revaloración de prácticas y medios religiosos.

La dominación del poder

Es diferente de la revolución confesional, en la que un movimiento político ascendente o al frente del Estado asocia su programa al cristianismo. En Putin es una estrategia estructural que quedó plasmada en su declaración de la Nueva Era. El movimiento MAGA, Trump o la ultraderecha europea se consideran la pureza cristiana. Una diferencia sustancial es que la revolución confesional tiene como horizonte la dominación del poder, no es de orden espiritual, divide, excluye, destruye y está muy lejos de la humildad y la compasión. Una revolución confesional provoca fervor, incluso devoción, y reúne a multitudes, pero es incompatible con la revitalización religiosa.

Washington (United States), 20/01/2025.- Donald Trump is sworn in as the 47th president of the

El fenómeno es complejo, pero, cuando un movimiento de reavivamiento alimenta una revolución confesional, hay algo que no es espiritual ni evangélico. La revolución confesional es vía rápida para mayor secularización porque en realidad es un becerro de poder. Y ahora está balando.