La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de 2027 se celebrará en Seúl, la capital de Corea del Sur, en un país donde los católicos no son mayoría –como ya ocurrió en Australia en 2008–, pero en el que la Iglesia se está volcando al máximo para ofrecer unas jornadas con profundidad espiritual, inspirada en la cultura pop y con vocación ecológica.
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Una ciudad de esperanza
“Seúl en 2027 será más que una ciudad anfitriona. Se convertirá en una ciudad de esperanza, una ciudad de solidaridad y una ciudad de vocación”, declaró Mons. Peter Chung Soon-taick, arzobispo de Seúl y presidente del comité organizador local de la JMJ 2027 durante una rueda de prensa celebrada este lunes, 27 de octubre, en la Universidad Católica de Corea. Y es que la maquinaria ya está en marcha para acoger a todos los jóvenes que se apunten del 29 de julio al 8 de agosto de 2027 –con los “Días en las diócesis” del 29 de julio al 2 de agosto–.
La JMJ vuelvo a Asia desde la experiencia de 1995 en Filipinas para ser un testimonio del diálogo interreligioso en un país donde conviven católicos, protestantes y budistas. También –y fue otro de los motivos que llevaron al papa Francisco a la elección de esta sede– para llevar un mensaje de paz y reconciliación a un país dividido y que oficialmente sigue en guerra con sus vecinos del norte. Un mensaje que esperan compartir con cerca de un millón de participantes dentro de 22 meses. Y al que van a unir la cultura pop coreana, el K-pop, con conciertos, exposiciones y espectáculos.
Entre los detalles que ya se conocen, está el hecho de que “ya se han plantado más de 700 árboles para compensar las emisiones de carbono, y este esfuerzo continuará hasta 2027”, según informó Paul Lee Kyung-sang, obispo auxiliar de Seúl y coordinador general de la JMJ 2027, según recoge La Croix. Mientras se trabaja en la acogida, alojamiento –con las 233 parroquias de la diócesis– y gestión de la seguridad, que preocupan al sacerdote Joseph Lee Young-je, secretario ejecutivo del comité organizador local, ya que está reciente el accidente en un encuentro scout en 2023 donde casi un centenar de participantes tuvieron que ser hospitalizados debido al calor extremo y la falta de alimentos. Para evitarlo se ha proyectado la instalación de aires acondicionados móviles, puestos médicos de emergencia y una conexión directa con los hospitales.
