El papa León XIV ha enviado un mensaje contundente al Congreso Nacional sobre la Protección de Menores que se celebra en Clark-Angeles, Filipinas, en el que afirma que “toda parroquia y actividad pastoral debe ser un espacio para glorificar a Dios y cuidar de los demás, especialmente de los niños y las personas vulnerables”.
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En el mensaje, el pontífice subraya que el camino emprendido no es opcional sino imperativo: “es necesario promover políticas y prácticas que garanticen la transparencia en la gestión de los casos, fomentando una cultura de prevención, especialmente para los pequeños”.
Del miedo a la esperanza
Frente a los más de 300 delegados —representantes de la Iglesia en Malasia, Singapur, Brunéi y Vietnam— León XIV destaca que su mensaje busca “la implementación de políticas y prácticas esenciales que garanticen la transparencia en la tramitación de los casos, promuevan una cultura de prevención y protejan a estos pequeños del Señor”.
El Papa recuerda que la protección de la infancia no se reduce a un trámite administrativo, sino que es “un imperativo teológico, un mandato evangélico” que debe permear cada ministerio, cada espacio físico o digital y cada iniciativa pastoral. Esta exigencia coincide con las palabras del arzobispo Ali Herrera, quien definió la tutela como “la transición del silencio a la verdad, de la negación a la justicia, del miedo a la esperanza”.