Religiosos del Perú, dispuestos a mediar en el diálogo tras destitución de Dina Boluarte

Dina Boluarte fue destituida como presidenta de la República por el Congreso de Perú. Son 10 presidentes vacados del cargo en 8 años, lo que se traduce en una constante inestabilidad política.

Por eso, la Conferencia Nacional de Religiosos está dispuesta a mediar en la construcción de “una verdadera cultura del encuentro” mediante el diálogo sincero, pero será clave para este cometido “denunciar las injusticias”.

Los más vulnerables son quienes llevan la peor parte en medio de la falta de oportunidades, por lo que “invitamos a las distintas instituciones de la sociedad civil y al Estado, a ponernos manos a la obra para salir de la crisis en la que nos encontramos”.

Testigos de la impunidad

Los religiosos lamentan que las autoridades políticas “parecen estar poniendo por encima sus intereses particulares y grupales antes que el de la población, que sufre la violencia incontrolable en nuestras calles”.

Recordaron que la vida religiosa siempre ha estado presente “donde nadie más quiere estar, donde el Estado no llega, dónde no se palpa el crecimiento macroeconómico, hemos caminado de cerca también con las familias de las víctimas de la violencia en todas sus formas”.

Han sido testigos de la impunidad frente a las injusticias, las dinámicas de abuso y violencia, discriminación y rechazo. Todo ello representa un caldo de cultivo para “más violencia, para más sufrimiento, para más pobreza”.

“Exigimos que las autoridades políticas pongan en primer lugar el interés de los ciudadanos, y en la línea de lo que nos pide el papa León XIV en su reciente exhortación [dilexi te], optando preferencialmente por los más pobres”, añadieron.

Peruanos demandan soluciones a la grave crisis política. Foto: EFE

Pecados de Boluarte

Los religiosos peruanos reclamaron a Boluarte mostrarse indolente frente a la grave situación “sin buscar el perdón ni la reconciliación necesarias para la convivencia social”. Además nunca estableció políticas para combatir el crimen organizado.

Por ello, “nuestras calles se han llenado de sangre” y bajo ese mismo argumento el Parlamento la ha destituido, “el mismo que la blindó en siete ocasiones previas y que la sostuvo en su mandato desde que asumió la presidencia”.

Denunciaron que Boluarte nunca estableció estrategias para mantener la seguridad en el país, “dejando a la población a merced de la violencia y la corrupción”.

Ante esta situación, los peruanos han expresado su descontento “y seguramente lo seguirán haciendo hasta que quienes nos gobiernan den muestras reales de que no persiguen sus ambiciones propias”.