A reserva de profundizar en mis colaboraciones posteriores, van unas rápidas pinceladas reflexivas sobre este primer documento magno de León XIV.
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El mero título es un claro signo del ligamen que Prevost Martínez quiere mantener con Bergoglio-Francisco de Roma. Este escribió la ‘Dilexit nos’ sobre el amor divino y humano del Corazón de Cristo, y León XIV sobre el amor a los pobres, en la ‘Dilexi te‘. Más aún, en la introducción reconoce: “habiendo recibido como herencia este proyecto, me alegra hacerlo mío -añadiendo algunas reflexiones-“. Como lo he escrito en varias ocasiones: continuidad y adaptación.
En el primer capítulo (números 4-14): ‘Algunas palabras indispensables’; recuerda al joven san Francisco, quien se impactó al encontrarse con la realidad de los marginados; recoge el grito de los pobres (Éxodo 3,7-8.10); y despeja algunos prejuicios ideológicos, como el de que los pobres están destinados a serlo.
En el segundo (16-34), ‘Dios opta por los pobres’, nos recuerda la opción por ellos, no como excluyente o discriminatoria, sino como preferencial, siguiendo el ejemplo de Dios; presenta a Jesús como el Mesías pobre, marcado por una constante en toda su vida: el rechazo; y repasa la misericordia hacia los pobres en la Biblia, desde el Antiguo o Primer Testamento, hasta el Nuevo o Segundo.
El tercer capítulo (35-81), el más extenso, lleva por título ‘Una Iglesia para los pobres’, ofrece un recorrido por lo que conocemos como la Tradición de la Iglesia, y nos presenta los aportes sobre el tema de san Juan Crisóstomo y san Agustín; el cuidado de los enfermos en la vida monástica; algunos testigos de la pobreza evangélica -obvio san Francisco y santa Clara, pero también otras órdenes mendicantes-; el énfasis de la educación de los pobres, manifiesto en santos como José de Calasanz, Juan Bautista de la Salle, Marcelino Champagnat, etc.; el acompañamiento a los migrantes; y unos comentarios sumamente interesantes sobre los movimientos populares, reconociendo su importancia.
Con el cuarto capítulo (82-102), ‘Una historia que continúa’, el Papa se granjeará muchos enemigos, pues además de reseñar los aportes de la Enseñanza Social de la Iglesia, denuncia las desigualdades extremas y las estructuras de pecado que causan la pobreza. En un tema que me es particularmente cercano -cfr. mi reciente libro ‘La pastoral del papa Francisco en diálogo con la filosofía intersubjetiva’-, invita a considerar a los pobres como sujetos, y no como objetos de ayuda.
El quinto y último capítulo (103-121), ‘Un desafío permanente’, regresa sobre el tratamiento que Francisco de Roma dio a la parábola del buen samaritano, y recuerda que la pobreza es un desafío ineludible para la Iglesia de hoy.
¡Leamos el texto! Es un claro indicio de por dónde irá el pontificado de Prevost Martínez.
Pro-vocación
Uno más. Acaban de matar al padre Bertoldo Pantaleón Estrada, párroco de San Cristóbal en Mezcala, Guerrero, México. Según datos de Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN por sus siglas en inglés), en 2024 se registraron 38 secuestros, 71 detenciones arbitrarias y 13 asesinatos de clérigos y agentes pastorales. Las cifras del 2025 van en la misma dirección. Mi país se ha convertido en uno de los más peligrosos para ser sacerdote.
