El SOS del nuevo alcalde de Belén al Papa: “La gente se ha ido de Tierra Santa”

Una de las ciudades más destacadas de las del mapa palestino es la de Belén. Allí se mantiene la tradición –y la ley– de que su alcalde –aunque cada vez es más difícil por su reducción– sea un cristiano. El actual regidor, Maher Nicola Canawati, pudo saludar, este miércoles 24 de septiembre, al papa León XIV tras la audiencia general y trasladarle las preocupaciones de su pueblo, según recogen los medios vaticanos.

Esperanza para el pueblo

El recién nombrado mandatario local confesó que “de hecho, la primera carta que escribí al asumir como alcalde de Belén fue una carta al Papa, porque creemos que desde aquí podemos hacer muchas cosas y apoyar a nuestra gente”. En ellas, destacó “lo más importante es darles esperanza” a pesar de que la emigración, especialmente de cristianos, sigue vaciando Belén y otros lugares de la tradición evangélica: “La gente se ha ido de Belén, se ha ido de Palestina por lo que está pasando”, explicó detallando que es una constante y que en los asentamientos provisionales alrededor de la ciudad hay tanta población como en la propia ciudad comprometiendo los recursos públicos especialmente el agua –que se debe comprar a Israel, que la sirve a cuentagotas–.

Sobre el saludo al Papa relató que “fue un momento importante para explicarle la necesidad de intervenir en lo que ocurre en Palestina, en Gaza, en Belén, y de preservar las piedras vivas de Tierra Santa, porque sin esas piedras vivas, la Tierra Santa sería solo un museo”. El alcalde confesó que “siempre, antes de hablar de Belén, rezo. Y esa fue mi primera frase al Santo Padre: intervenir para detener esta guerra, detener lo que está pasando a nuestra gente en Gaza. Creo que esta fue la prioridad de nuestra conversación, y él estuvo de acuerdo”.

Canawati lamento que “hoy solo quedan 168.000 cristianos en Tierra Santa, mientras que hay más de 4 millones de palestinos cristianos en el mundo. Eso, por sí solo, muestra la presión que soportan los cristianos”. Sobre la ley de que el alcalde de Belén sea cristiana explica que las autoridades palestinas la han mantenido “para preservar a la comunidad cristiana, la más antigua del mundo, que sigue viviendo en Belén, en Tierra Santa, en Palestina” a pesar de la desbandada provocada por la guerra. Un conflicto que ha generada una caída de las peregrinaciones y que mantiene los 84 hoteles de la ciudad y las tiendas de recursos –con sus talleres artesanos– “totalmente cerrados” y con el paro pasando del 14 al 65%, un incremento además por el hecho de que “la gente ya no puede trabajar en territorio israelí” –algo que hacían 120.000 betlemitas, la mayoría en la cercana Jerusalén–. Frente a esto destaca la solidaridad mundial o el apoyo del Patriarcado Latino y del clero local que son “la mayor fuente de esperanza que tenemos hoy en Belén”.