Obispo de Popayán deplora acciones terroristas en el Cauca que dejan a un policía muerto y un templo destruido

Al menos seis municipios fueron afectados por la violencia criminal del frente “Jaime Martínez” de las disidencias de las FARC

Ataque en El Carmelo

Omar Alberto Sánchez, arzobispo de Popayán, en el departamento del Cauca al sur de Colombia, deploró los recientes ataques de la guerrilla en esta región.



Al menos seis municipios fueron afectados por la violencia criminal del frente “Jaime Martínez” de las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), durante el fin de semana.

Los ataques dejaron un lamentable saldo de un policía asesinado, varios heridos y daños al templo de El Carmelo. Estas acciones “destruyen la esperanza” y representan “un lenguaje equivocado”, lamentó el obispo.

Acciones terroristas

La mañana del domingo todo transcurría de forma normal en la parroquia de El Carmelo, un corregimiento a 25 km del noroeste de la capital Popayán. Hasta que una ráfaga de disparos y explosiones infundió el pánico a los asistentes a misa.

Así cuenta Diego Tejada, párroco de El Carmelo. El ataque que la guerrilla perpetró ese día contra una estación de policía, aledaña a la iglesia, “estábamos en la celebración de la santa eucaristía dominical de las 8 de la mañana, había bastantes feligreses”, relata.

Todo fue un pandemonio, la gente corría asustada, mientras que “yo los invitaba a mantener la calma, a pasar a la casa cural a refugiarnos, cuando en eso hay una explosión”.

“No es la primera vez que nuestros templos terminan afectados. La casa cural quedó destruida casi en su 80%. Y el templo también, que con tanto amor las comunidades ayudan a levantar”, informó el obispo.

Insistió que estos grupos guerrilleros mandan un mensaje equivocado con estas acciones, “si se trata de posicionar una idea de futuro, este lenguaje es el equivocado”.

Llamado a la sensatez

Sánchez Cubillos ha hecho un llamado a los guerrilleros para que moderen sus acciones, en vez de contribuir a la paz, radicalizan el conflicto.

“Se necesita sensatez en la guerra; clamamos a los grupos que tengan ponderación, que esas muestras al final no terminan abriendo puentes y caminos para acercarse a posibles diálogos”, apuntó.

La guerra arrebata muchas vidas, en especial, la de los jóvenes, porque “son vidas que al final no son promesas para una vocación de futuro que el Cauca debe tener”.

Frente a ello ha reiterado el compromiso de la Iglesia a seguir mediando entre grupos ilegales y el Gobierno, puesto que el “anhelo de paz” es mucho más fuerte que la voz de las armas, que “no nos deja un sabor de futuro para ninguno”.

Reiteró que la guerra “destruye por dentro”, por ende, es crucial abrirse a la esperanza, aunque esta requiere “signos de todas las partes”.

Noticias relacionadas