David Jasso
Provicario episcopal de Pastoral de la Arquidiócesis de Monterrey (México)

Carlo Acutis y Pier Giorgio Frassati: santos para el cambio de época


Compartir

Un joven con jeans y laptop en los años 2000, otro con botas de montaña en los años veinte del siglo pasado. Carlo Acutis y Pier Giorgio Frassati nunca se conocieron, pero fueron canonizados juntos por el papa León XIV en la Plaza de San Pedro. Dos rostros distintos, una misma certeza: la santidad no es un privilegio de unos pocos, sino una llamada para todos, incluso y sobre todo, en medio de los cambios acelerados de la historia.



Ante una multitud de jóvenes y peregrinos, el papa León XIV advirtió que “el riesgo más grande de la vida es desaprovecharla fuera del proyecto de Dios”. Con esa frase puso el tono de su homilía: no malgastar la existencia, sino hacer de ella un don.

La voz del Papa resonó fuerte en los corazones: “los santos Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis son una invitación para todos nosotros, sobre todo para los jóvenes, a no malgastar la vida, sino a orientarla hacia lo alto y hacer de ella una obra maestra”. Y lo dijo no como un eslogan motivacional, sino como una brújula espiritual, retomando la sabiduría de Salomón, preguntó: “¿Qué debo hacer para que nada se pierda?”. Esa es la pregunta que Carlo y Pier Giorgio respondieron con sus vidas: poner a Dios en el centro y dejar que su amor lo transforme todo.

Pier Giorgio Frassati, nacido en 1901 en Turín, fue un joven universitario apasionado por la montaña y comprometido con la justicia social. Miembro activo de la Acción Católica, dedicó su vida a los pobres de su ciudad. Murió a los 24 años, dejando tras de sí un testimonio de alegría, fe y compromiso político vivido con coherencia.

Carlo Acutis, nacido en 1991 en Londres y criado en Milán, fue un adolescente apasionado por la informática. Diseñó exposiciones digitales sobre los milagros eucarísticos y utilizó internet como instrumento de evangelización. Falleció a los 15 años, en 2006, dejando un legado que hoy lo convierte en el primer santo millennial: “un influencer de Dios”.

Los separan cien años, pero los une una misma actitud: vivir con radicalidad el amor de Cristo. Uno en medio de la modernidad naciente, otro en la cultura digital. Ambos muestran que la santidad no está fuera de la historia, sino dentro de ella, en los grandes cambios de época.

Carlo Acutis Canonizacion

En un mundo fragmentado, marcado por guerras, desigualdades y polarización, la canonización de estos jóvenes es un mensaje profético pues la santidad no es nostalgia del pasado, sino posibilidad del presente.

A los jóvenes, les recuerdan que no es necesario esperar a ser adultos para tomarse en serio el Evangelio. La santidad se vive desde la universidad, desde el teclado de una computadora, desde las redes sociales, desde la amistad y el servicio.

A los adultos, les enseñan que educar y acompañar con paciencia puede dar frutos insospechados. La vida de Carlo fue corta, pero sus padres y su comunidad lo ayudaron a vivirla con intensidad y fe. La vida de Pier Giorgio fue breve, pero su ejemplo transformó a generaciones enteras.

Y a la Iglesia, estos dos santos le piden ser cercana, creativa y sinodal: capaz de acompañar a los jóvenes en su lenguaje, de abrir caminos de fraternidad y de dar testimonio de esperanza en medio de la incertidumbre.

La frase del papa León XIV quedó resonando en la Plaza de San Pedro: “Hagan de su vida una obra maestra”. No se trata de perfeccionismo ni de grandes logros, sino de vivir con Dios en el centro, de entregarse con alegría y confianza, de sembrar amor en cada gesto.

Carlo Acutis y Pier Giorgio Frassati son santos de un cambio de época. Y su mensaje es sencillo y urgente: no desperdicies la vida, haz de ella un don.

Lo que vi esta semana

Las imágenes de jóvenes ondeando banderas en San Pedro, con lágrimas en los ojos al escuchar la proclamación de dos santos que hablan su mismo idioma.

La palabra que me sostiene

“El riesgo más grande de la vida es desaprovecharla fuera del proyecto de Dios“. (Papa León XIV).

En voz baja

Santos Carlo Acutis y Pier Giorgio Frassati, rueguen por nosotros.

Pier Giorgio Frasatti Canonizacion