José Francisco Gómez Hinojosa, vicario general de la Arquidiócesis de Monterrey (México)
Ex vicario general de la Arquidiócesis de Monterrey (México)

¿Tiene sentido ayunar?


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El ayuno ha tenido una interesante evolución. En la tradición bíblica, se consideraba una expresión de penitencia y conversión, de atención a la voluntad de Dios, de un instrumento para fortalecer la oración, de preparación para una misión específica y de una especial herramienta para unirse al sacrificio de Cristo. No estamos ante una simple privación de alimento, sino frente a un signo de conversión, de confianza en Dios y de apertura a su voluntad.



Pero de esta intención espiritual pasó a ser una técnica para, en rigor, bajar de peso. El ayuno intermitente es un claro ejemplo de ello. Aunque sí sirve para disminuir algunas tallas, mejorar la sensibilidad a la insulina, reducir la inflamación abdominal y hasta ayudar a mejorar la salud cardiovascular, también se señalan desventajas: puede causar efectos secundarios como hambre, fatiga, dolores de cabeza y hasta aumentar el riesgo de cálculos biliares.

Creo que esta acepción, no obstante esos posibles perjuicios, le va ganando a la primera, pues conozco a muy pocas personas que practican la ascesis alimentaria para fortalecer su espíritu, y no para que les quede cómodo el pantalón o el vestido.

Por ello, llama la atención la propuesta que nos acaba de hacer el papa León XIV. Nos invitó, el pasado viernes, a una jornada de oración y ayuno por la paz, en el marco de la celebración litúrgica de María Reina, propia de ese día.

La convocatoria se da en un momento en que si bien el conflicto entre Rusia y Ucrania puede aminorarse, lo que sucede en la Franja de Gaza está cada vez peor, y la ONU acaba de declarar hambruna en esa región, afirmando que estamos ante un crimen de guerra y un fracaso de la humanidad.

Papa Leon Xiv Parroquia De Castel Gandolfo Entrada

Papa León XIV en Castel Gandolfo

¿Tiene algún sentido la invitación papal? ¿Se logrará que Putin o Netanyahu cobren cordura y suspendan sus acciones bélicas contra ucranianos y palestinos? ¿Después de este viernes pasado se terminarán los bombardeos en Ucrania y se permitirá que lleguen los alimentos a los gazatíes?

El ayuno no es un recurso mágico, ni una estrategia política. Él por sí solo no va a detener las bombas y los mortíferos drones, pero sí puede mover los corazones y abrir caminos hacia la paz.

Sí va a influir en nuestra conversión personal, cambiando nuestras actitudes hostiles y violentas hacia cercanos y lejanos; incrementará nuestra solidaridad, concretada en el envío de víveres y otros donativos a la zonas afectadas; favorecerá la oración comunitaria, más preocupada por lo global y social que por lo local e individual; y generará sensibilización pública, al visibilizar el terrible problema de la guerra en esas regiones.

Pro-vocación

Y Emmanuel Kant, paradigma del idealismo alemán, asume la misma óptica con su imperativo categórico: “Actúa de tal modo que todo lo que tú hagas pueda valer siempre y al mismo tiempo como principio de una legislación universal“. De modo que, siguiendo al filósofo germano, si ayunas por la paz, toda la humanidad, a lo largo de toda su historia, ayunará por la paz… y terminará por implementarla.