Será el momento más esperado del Año Santo: Roma abrirá sus puertas al mundo entero, incluso a las regiones heridas por la guerra, para que cada joven, al encontrarse con sus coetáneos, “pueda sentir un abrazo” y mantenerse fiel al llamado a ser “centinelas de la mañana”, expresión que san Juan Pablo II lanzó hace ya 25 años.
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Bajo este horizonte, esta mañana –miércoles 23 de julio– se han presentado en la Oficina de Prensa de la Santa Sede los eventos del Jubileo de los Jóvenes, que se celebrará del 28 de julio al 3 de agosto.
En la rueda de prensa han intervenido Rino Fisichella, pro-Prefecto del Dicasterio para la Evangelización y responsable del Jubileo; Alfredo Mantovano, subsecretario de Estado en la Presidencia del Consejo de Ministros; y Roberto Gualtieri, alcalde de Roma y comisario especial del Gobierno para el Año Santo. También tomaron la palabra Roberta Angelilli, vicepresidenta de la Región Lacio; el prefecto de Roma, Lamberto Giannini; y Fabio Ciciliano, jefe del Departamento de Protección Civil.
Plaza de San Pedro durante el Jubileo
El momento más esperado
Durante su intervención, Fisichella explicó que el Jubileo de la Juventud representa “el momento más esperado” del Año Santo, “por ser el de mayor asistencia”. Los peregrinos provienen de 146 países diferentes, el 68% de Europa, seguido del resto de los continentes.
Mención especial merecen los jóvenes que llegan de zonas de guerra: Líbano, Irak, Myanmar, Ucrania, Israel, Siria y Sudán del Sur, para un “abrazo” figurado que conectará con las nuevas generaciones de todo el mundo.
