El Patriarcado Latino de Jerusalén ha salido al paso para condenar el ataque perpetrado por Israel contra la iglesia de la Sagrada Familia, el único templo católico de la franja de Gaza y que, en los últimos meses, se había convertido en refugio para un centenar de personas.
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“Las personas que viven en el Complejo de la Sagrada Familia encontraron en la Iglesia un santuario, con la esperanza de que los horrores de la guerra al menos les salvaran la vida, después de que sus hogares, posesiones y dignidad ya les hubieran sido arrebatados”, ha señalado el Patriarcado en un comunicado hecho público esta tarde.
“En nombre de toda la Iglesia de Tierra Santa, expresamos nuestras más sinceras condolencias a las familias de las víctimas y, desde aquí, ofrecemos nuestras oraciones por la pronta y completa recuperación de los heridos”, continúa el Patriarcado, haciendo referencia a las, al menos, tres mujeres fallecidas y los nueve heridos, entre los que se encuentra el párroco Gabriel Romanelli.
El Padre Romanelli en la parroquia de Gaza
“La muerte y la destrucción son omnipresentes”
“El Patriarcado Latino condena enérgicamente esta tragedia y este ataque contra civiles inocentes y un lugar sagrado”, aseveran. “Sin embargo, esta tragedia no es mayor ni más terrible que las muchas otras que han azotado Gaza. Muchos otros civiles inocentes también han resultado heridos, desplazados y asesinados. La muerte, el sufrimiento y la destrucción son omnipresentes”, lamenta la Iglesia católica de Tierra Santa.
“Ha llegado el momento de que los dirigentes alcen la voz y hagan todo lo necesario para detener esta tragedia que es humana y moralmente injustificada”, claman, señalando que “esta horrible guerra debe terminar por completo para que podamos comenzar la larga labor de restaurar la dignidad humana”.
El Patriarcado concluye recordando que, en este conflicto, está del lado de las víctimas: “Seguiremos apoyando a la comunidad de Gaza y haremos todo lo que esté a nuestro alcance para apoyarla. Que las almas de las víctimas descansen en paz eterna y que el Señor les conceda a todos Su Paz”.
