Abilio Martínez Varea: “Cuando uno se ordena debe tener siempre la maleta hecha”

Abilio Martínez Varea (Autol, La Rioja, 1964) es el nuevo obispo de Ciudad Real. El 9 de julio se hizo oficial el nombramiento de León XIV y el pastor dejará Osma-Soria para el 27 de septiembre celebrar la misa de inicio de su ministerio en la nueva diócesis. Este es el tercer nombramiento de Robert Prevost para España, tras el nuevo obispo de Lleida, Daniel Palau, y el cambio de José Antonio Satué de Teruel y Albarracín a Málaga. El prelado sucede a Gerardo Melgar, al frente de la diócesis desde 2016 y cuya renuncia al cumplir los 75 años había presentado a Francisco en septiembre de 2023. Curiosamente, Melgar había sido también el predecesor de Martínez Varea en Osma-Soria.

PREGUNTA.- De La Rioja a Castilla y León y ahora a La Mancha. ¿Uno siempre tiene que estar con la maleta hecha?

RESPUESTA.- Cuando uno se ordena tiene que estar siempre con la maleta hecha, la tenemos ahí, pero no la guardamos demasiado por si acaso (se ríe). Cualquier sacerdote está siempre disponible para moverse por su diócesis y los obispos para movernos por toda la geografía española. Es bueno no acomodarse, asentarse sí hay que hacerlo, hay que poner los pies en la Iglesia que nos ha sido confiada, pero sin acomodarnos.

P.- ¿Con qué diócesis sueña?

R.- Espero que podamos ser una Iglesia evangelizadora y, a la vez, evangelizada. No voy con ideas preconcebidas, sino que voy a sumarme a un proyecto, por lo que voy para escucharnos, conocernos y decidir entre todos cómo ser una Iglesia samaritana. ¿Cuáles pueden ser un poco las líneas fuertes que me gustaría marcar?

En primer lugar, la comunión, la corresponsabilidad y la sinodalidad, que hemos ido concretando desde el Concilio Vaticano II hasta el pontificado de Francisco. Todos somos corresponsables de la misión de la Iglesia, esto lo hemos trabajado en Osma-Soria y espero poder concretarlo en Ciudad Real también. De una forma unos, de otra forma otros, pero siempre corresponsables, trabajando unidos, en comunión, de forma sinodal.
En segundo lugar, me parece muy importante vivir en esperanza, no solamente porque Francisco nos lo haya recordado con el Año Jubilar, sino porque necesitamos en Europa fomentar la virtud de la esperanza, que es el motor de la vida humana y el motor de la vida cristiana. San Agustín decía que la esperanza es para cualquier estilo de vida, no solamente para la vida cristiana, sino para la vida humana. No obstante, nosotros tenemos que vivir alegremente nuestro ser cristiano. Y eso no significa que no haya dificultades, que no haya problemas, pero nuestro ser cristiano debemos vivirlo con gozo.
En tercer lugar, fomentar la pastoral vocacional.

P.- Ha mencionado la sinodalidad, que es el principal fruto del pontificado de Francisco. ¿Es esta una moda pasajera?

R.- Caminar juntos significa ir todos a una en la misión de la Iglesia, tanto en el discernimiento de los problemas y de las soluciones como en la toma de decisiones. En Osma-Soria no ha habido resistencias a la vivencia de la sinodalidad, aunque hayan podido aparecer dificultades. Debemos caminar juntos para ir descubriendo nuestras dificultades, nuestras fortalezas y ver cómo evangelizar.

Mundo obrero

P.- León XIV ya ha cumplido dos meses como Papa…

R.- Él mismo ha reconocido que su nombre fue elegido pensando en León XIII, quien trató de responder a la nueva realidad del mundo obrero. Ahora Prevost, preocupado por la Doctrina Social, quiere dar respuestas a la revolución que está suponiendo la inteligencia artificial. Al mundo del trabajo no siempre se le ha prestado la misma atención que a otras realidades. Por eso, León XIV supone un espaldarazo para aquellos que estamos de forma específica en la pastoral obrera.