El Hierro ha culminado, este domingo 13 de julio, el Voto de 1741 que dio origen a la Bajada de la Virgen de los Reyes desde su santuario en La Dehesa: el compromiso de descender a la imagen de la patrona herreña cada cuatro años, hubiera o no necesidad, a la villa de Valverde y realizar un novenario cuyo culmen ha sido la Fiesta Real.
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La realidad es que en esta ocasión, la 71ª Bajada de la Virgen de los Reyes -que se inició el pasado 5 de julio- se ha vivido con más emoción, puesto que la última fue en 2017, puesto que en 2021 tuvo que suspenderse por la pandemia.
La imagen, vestida de azul y oro, fue portada en el gran trono de plata, adquirido en 1961 por el pueblo herreño por 150.000 pesetas y estrenado en la Fiesta Real de ese año, el 21 de mayo, según informa la Diócesis de Tenerife.
Durante la Fiesta Real, todos los grupos de bailarines y tocadores de la isla ofrecieron la tradicional Venia a la Patrona. En este sentido, entraron, pueblo a pueblo, en la iglesia matriz de La Concepción, siguiendo el orden de las ‘rayas’ de La Bajada: Sabinosa, El Pinar, El Golfo, Isora, San Andrés, El Norte y la Villa de Valverde.
“Una catequesis en movimiento”
La Eucaristía estuvo presidida por el obispo de Sant Feliu de Llobregat, Xabier Gómez, OP, invitado por la diócesis debido a su cercanía con la Delegación de Migraciones durante su labor como director del Departamento de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española. De hecho, su cruz pectoral es un regalo de la Diócesis Nivariense y está hecha con la madera de dos pateras llegadas a las islas.
Fiesta Real que pone fin a la Bajada de la Virgen de los Reyes en El Hierro
El religioso dominico recordó en su homilía que, en este mundo nuestro donde se levantan muros, donde se agitan banderas de egoísmo y miedo, Jesús nos enseña algo radical: el prójimo no se define por la sangre ni por la nación, sino por el amor. “¿Y no es eso lo que hace María? ¿No es eso lo que hace esta isla, pequeña en tamaño pero grande en corazón? La maternidad es cuidado, es cercanía que acompaña, educa y deja volar”, señaló.
Gómez añadió que un día como hoy, la isla entera se hace música, la tierra y el mar, los pies se hacen danza, y el corazón se vuelve oración. “Hoy damos gracias a Dios por María, aquí venerada como Virgen de los Reyes… Cada Bajada no es solo un evento, es una catequesis en movimiento. Es un Evangelio danzado. Es María diciéndonos: la Palabra está cerca: ¡vívela! Cristo es el centro: ¡síguelo! El otro es tu prójimo, siempre: ¡ámalo! ¡cuídalo! ¡protégelo! ¡intégralo!”, aseveró.
Tras la celebración de la Eucaristía -concelebrada por el vicario general de la Diócesis de Tenerife, Antonio Morales-, se inició la procesión por las calles principales de Valverde, con un grupo de bailarines formado por ocho parejas de cada pueblo.