Tribuna

Cláudio Hummes: hacerse indígena con los indígenas

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El recuerdo de Cláudio Hummes está vivo y presente en nuestras mentes y corazones. Ha tenido una trayectoria de compromiso incondicional con la causa de los pobres y, entre ellos, como dice el Documento de Puebla, “los pueblos indígenas”. Su voz ha amplificado la lucha de los pueblos indígenas por la vida, por la tierra y por los derechos.



Fue un incansable defensor de la Amazonía, que adoptó como su propia tierra, ya que asumió la incesante lucha de los pueblos indígenas y amazónicos por un territorio libre de invasiones y por el proyecto de vida y futuro de los pueblos.

Una voz profética que se ha levantado denunciando la barbarie cometida contra los pueblos indígenas, en tiempos tan difíciles de negación de derechos, por la codicia y prepotencia de grupos económicos que se apropian de las riquezas de la tierra, las aguas, el aire y los bosques, dejando un rastro de destrucción por donde pasan. Como profeta apasionado por la justicia, proclamó la esperanza haciendo visible la realidad de la Amazonía y la construcción de una Iglesia pobre, encarnada y sinodal.

Compromiso

Convocó a la Iglesia a confirmar su compromiso en defensa de la Amazonía, de los pueblos indígenas y amazónicos y nos invitó a transitar por los caminos de la solidaridad y a navegar en aguas más profundas, entrando en los ríos y arroyos, en los caminos y carreteras, en el mundo urbano y en las aldeas, en el campo y en la ciudad, anunciando el Evangelio de la vida y de la esperanza, en estos tiempos de desesperanza, de falso profetismo y de tanta intolerancia.

El legado que dejó a la Iglesia en la Amazonía fue creer en el protagonismo de los pueblos indígenas y amazónicos. Creer que podemos ser una Iglesia en salida, sierva y samaritana, que no se cansa de ir en busca de los más pequeños y de los preferidos de Dios. Su compromiso con los pueblos de la Amazonía y los pueblos indígenas molestó a los poderosos, que lo veían como una amenaza para la paz social en los tiempos de persecución de los movimientos sociales y los defensores de los derechos durante la dictadura militar en Brasil.

Dinámica del discipulado

En la Amazonía fue un incansable discípulo de Jesús, en el camino de aprender, desaprender y reaprender, en la dinámica del discipulado, que “cada mañana se pone en camino”. La Iglesia en la Amazonía reconoce la gran contribución de Hummes para la realización del Sínodo de la Amazonía, donde la Iglesia reafirma su compromiso de ser aliada de los pueblos indígenas y amazónicos, de ser una Iglesia sinodal que instala su tienda entre los pobres.

No podía dejar de reafirmar que Dom Cláudio fue un visionario comprometido con la esperanza, recorrió caminos de unidad en la diversidad, de sinodalidad y supo reconocer la fuerza innovadora del Espíritu, que “hace nuevas todas las cosas” y se apasionó por la Iglesia que se encarna en el suelo de la Amazonía e hizo de esta pasión un punto de referencia en la opción preferencial por los pobres, entre ellos los “pueblos originarios y los amazónicos”.

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