Fernando Vidal
Director de la Cátedra Amoris Laetitia

Una catedral salva al dios de los igbos


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Los igbos son una de las culturas africanas de mayor extensión, existente desde al menos hace cinco mil años y con especial presencia en el sureste de Nigeria. Practican la religión odinani, formada con rasgos monoteístas y panteístas, que plasman en estatuas del dios Chukwu (significa Gran Espíritu) y otros objetos de culto. Contra todas esas creaciones han lanzado los predicadores pentecostalistas una intolerante lucha y están prendiendo fuego a todo el arte religioso igbo de la región.



El pentecostalismo se ha tornado dominante en la zona y acosan a las creencias tradicionales nativas buscando su destrucción. Cuando la gente se convierte al pentecostalismo, se insta a que se queme toda la iconografía odinani que se pueda, argumentando que son idolatría y obras diabólicas.

Desde la diócesis católica de Nsukka, se ha emprendido una campaña para salvar el patrimonio religioso odinani. El padre Paul Obayi es quien dirige la operación, y está acogiendo centenares de tótems, máscaras, fetiches y otras obras en la misma catedral de Santa Teresa. En sus instalaciones se ha fundado el Museo de las Deidades, el mayor depósito de patrimonio de los igbo que existe. Obayi dice que se ha inspirado directamente en el Vaticano y en el gran valor de las colecciones de arte grecolatino que albergan sus museos.

Promotora y protectora

Ante la pasividad de la Administración y el fanatismo pentecostalista, la Iglesia católica ha intensificado su compromiso con el pueblo igbo y trabaja por la custodia de su sabiduría ancestral, a través de la cual la gente comenzó a buscar a Dios en este continente. Es un gran ejemplo de camino de inculturación y búsqueda interreligiosa. La Iglesia católica del siglo XXI es una de las mayores protectoras y promotoras de la diversidad cultural y el arte religioso de los pueblos.

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