Las 5 claves para una buena salud financiera en instituciones de la Iglesia

“El esfuerzo por mantener unas finanzas saludables contribuirá a mantener viva y fortalecer la Misión en el tiempo”, explican desde Alveus – Grupo ETS

Bolsa de Madrid

Llevar una vida saludable obliga a esforzarse diariamente con una dieta equilibrada combinada con deporte, no solo para encontrarse bien en el presente sino para mantener una buena salud en el futuro. ¿Y qué ocurre con la salud financiera de nuestra institución? A esta pregunta contesta Alveus – Grupo ETS, que desglosa las 5 claves para una buena salud financiera en instituciones de la Iglesia.



“La salud financiera también necesita de un cuidado constante para prevenir y mitigar el devenir del futuro. En cualquier institución, ese esfuerzo por mantener unas finanzas saludables contribuirá a mantener viva y fortalecer la Misión en el tiempo”, señalan desde Alveus, iniciativa que surge para ayudar a congregaciones y fundaciones que necesitan respuesta real a sus necesidades en relación con la gestión de sus recursos financieros. 

El método propuesto por Alveus pasa por entender en profundidad dicha misión, su historia, sus proyectos, conocer a las personas que lo integran… En definitiva, “ponernos al servicio de su Misión. Así, prevenimos riesgos que pongan en peligro el bienestar de la institución y la continuidad de la Misión. Nuestro objetivo es cuidar de tu Misión como si fuera nuestra“, reconocen.

El documento ‘Economía al servicio del carisma y de la misión’, de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCSVA), conciencia sobre la importancia de la gestión y su alineamiento con la misión. “Cada uno, como buen administrador de la multiforme gracia de Dios, ponga al servicio de los demás el carisma que haya recibido” y “como administrador fiel y prudente tiene la tarea de cuidar con esmero cuanto le ha sido confiado y (…) es consciente de la responsabilidad que tiene de salvaguardar y gestionar diligentemente (…) a la luz de su misión evangelizadora”.

1. Análisis de los estados financieros

Una buena economía parte de unos estados financieros saneados. “Entre las herramientas principales que utilizamos en Alveus para un buen diagnóstico financiero, se encuentra el análisis de los estados financieros principales de cada institución: su balance, su cuenta de resultados y su flujo de caja”, sostienen.

Todo ello es “esencial” para entender la situación financiera en cada momento y su evolución en el tiempo.  Así, “relacionado con una estimación en el tiempo de los flujos necesarios para financiar los proyectos en curso, ayudará a conocer si se está en el camino correcto para conseguir la alineación entre gestión y misión”, agregan.

2. Análisis patrimonial

De todo lo expuesto “debe nacer la estrategia a seguir en la inversión de nuestro patrimonio. El fin debe ser contribuir con sus rendimientos a corto, medio y largo plazo, a financiar las necesidades de cada una de las actividades ligadas a la misión”, afirman los expertos. “Se trata de analizar tanto activos financieros líquidos como ilíquidos, teniendo especialmente en cuenta aquellos considerados como patrimonio estable de la institución”, continúan.

¿Puede mejorarse de alguna manera la gestión de cada uno de los bienes que componen el patrimonio? ¿Realmente están al servicio de la misión?

3. Agregación de la información económica-financiera

“Solo una visión agregada de nuestra cartera nos permitirá tomar perspectiva y decidir correctamente. Sin embargo, qué frecuente es una dispersión excesiva de nuestras inversiones y una dificultad para poder analizarlas de manera agregada”, puntualizan.

De esta forma, partiendo de lo más pequeño, analizando cada parte (inversiones, inmuebles, proyectos, flujos, etc.) “somos capaces de analizar la importancia del impacto de cada pieza en el conjunto global”, aseveran.

4. Planificación

Según Alveus, “planificar permite marcar unos objetivos y diseñar un plan que nos permita alcanzarlos con éxito”. Y “también significa anticiparse a posibles escenarios adversos y, especialmente en estos tiempos de incertidumbre, da margen de maniobra para orientar y mejorar la gestión para así  proporcionar estabilidad a la misión”.

5. Formación

Los expertos en inversiones financieras aluden también a la siempre necesaria formación, que junto al asesor “debe ayudar a que los responsables de cada institución tomen las decisiones adecuadas desde la Doctrina Social de la Iglesia, y comprendiendo mejor los resultados, terminología y productos relacionados con la gestión”.

Con “pequeños cambios” se pueden lograr “grandes mejoras” en la salud financiera de las instituciones. “¿Está tu gestión alineada con tu misión?”, subrayan dejando la pregunta en el aire.

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