Rosa Ruiz
Teóloga y psicóloga

Abajándose, que es gerundio… o Nochebuena


Compartir

“Siempre aspiro a más de lo que dan de sí, pero rebajo el nivel y con paciencia voy adaptándome a ellos”.

Eso me decía una amiga, “profe” en un instituto, donde la mayoría de sus alumnos crecen en ambientes familiares más que conflictivos, donde la nacionalidad española es la más minoritaria del aula y la desmotivación y apatía vital es el gesto cotidiano. Ella llega a casa, con demasiada frecuencia, cansada y algo triste. Soy testigo del tiempo que dedica a preparar sus clases, buscar recursos, pensar en qué puede ayudar más sus alumnos, cómo llegar a ellos…



Quizá porque estamos ya a puertas del Misterio navideño, me resonaban distintos textos bíblicos, prefacios de adviento y comentarios varios. Dios nos espera y es paciente con nosotros porque nos quiere, porque no da a nadie por perdido; y por eso mismo siempre espera de nosotros más de lo que damos de sí, porque podemos llegar a darlo aunque a veces ni lo sepamos. Y mientras tanto, para que se de el encuentro, Dios no duda en rebajar el nivel, en rebajarse a sí mismo (Flp 2, 5-11). Y nos encontramos, vaya si nos encontramos… Igual nos ayudaría aprender la metodología del Maestro (y de tantos buenos educadores) y no dudar en rebajar-nos si eso nos acerca a quien más necesita crecer y llegar a ser lo que ni ellos mismos saben que guardan dentro).

Dios contento

“Hoy vengo contenta. No, no ha pasado nada, pero ver crecer a algunos alumnos es maravilloso. Verles sacar lo que tienen dentro”.

Así continuaba el mensaje de esta “profe”. Y yo imaginaba a Dios contento, como ella, sonriendo, mirándonos y diciendo: “Mírales, es maravilloso, han crecido”. Nosotros contemplando el portal, y Jesús contemplándonos a nosotros.

Esta noche es Nochebuena. Toca abajarse con paciencia porque todos tenemos esa capacidad dentro: quizá con alguien que anda más perdido, con quienes creen que ya no hay nada que esperar, con los que viven medio ahogados y apenas respiran, con los que no levantan la mirada desde hace mucho…

Abajándose, en gerundio, conjugado en tiempo simultáneo y continuo. Abajándose y dejándonos abrazar por el Abajado de todos los tiempos. Esta noche es Nochebuena y dice Jesús que sí, que hemos crecido y que disfruta al vernos. Gracias. Feliz Navidad.