Vuelven las misas a las dos parroquias confinadas de Ibiza. El Govern de Baleares impidió el pasado 15 de septiembre el culto en los templos situados en las dos zonas confinadas de la isla. Seis días más tarde, el administrador diocesano de Ibiza y Formentera, Vicente Ribas Prats, anunció que había interpuesto un recurso ante la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Baleares. El pasado viernes 25, Salud daba marcha atrás y permitía el culto al 25% en las parroquias de Santa Cruz y Nuestra Señora del Rosario. Tras haber celebrado este fin de semana misas, el Obispado retirará su recurso.
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Ribas dirigía una carta a los todos los fieles el 21 de septiembre en la que cargaba contra el control de aforos en las celebraciones litúrgicas. El sacerdote consideraba la medida “desproporcionada e injustificada”, ya que es una auténtica supresión del culto. Para él, no existía “absolutamente ningún criterio objetivo, excepto la pura y más absoluta arbitrariedad”.
Contra la libertad religiosa
El administrador diocesano apelaba además a la libertad religiosa, “como casi todo el mundo sabe, puesto que parece que hay quien lo desconoce, está recogida por la Declaración de los Derechos Humanos y en las constituciones o cartas magnas de todos los países que se declaran y son democráticos”. Así, reclamaba que “ni lo justo ni lo ético puede ser confundido con lo legal. Los problemas éticos deben ser resueltos en el campo ético y no en el jurídico. La ley no puede suplantar ni a la justicia ni a la ética. No todo lo legal es siempre ético”. Por eso, para Ribas “se impone denunciar todos los abusos que se cometan en nombre de la justicia”.
