Parece que la pandemia del coronavirus es difícil de controlar y las medias de restricción y las zonas de confinamiento crecen por toda España. Medidas que llegan al control de aforos en las celebraciones litúrgicas. En Baleares, la consellera de Salud, Patricia Gómez ha actualizado su normativa el pasado 15 de septiembre. Pero estas medidas no han gustado a Vicente Ribas Prats, administrador diocesano de la Diócesis de Ibiza y Formentera, que ha dirigido una carta a los todos los fieles de la diócesis.
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Templos cerrados
El gobierno autonómico decretó, de forma temporal y entre otras medidas, la supresión la actividad de los lugares de culto, con excepción de la celebración de funerales, que podrán hacerse siempre que no se supere el 33 por ciento de la capacidad y con un máximo de 15 personas, según recoge Europa Press. Esto, en la práctica, supone el cierre de las dos parroquias de la ciudad de Ibiza situadas dentro de la zona confinada
Por ello, el Obispado ha presentado un recurso ante la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Baleares. Ribas considera la medida “desproporcionada e injustificada” ya que es una auténtica supresión del culto. Para el sacerdote, “no hay absolutamente ningún criterio objetivo, excepto la pura y más absoluta arbitrariedad”.
Por ello, apela además a la libertad religiosa, “como casi todo el mundo sabe, puesto que parece que hay quien lo desconoce, está recogida por la Declaración de los Derechos Humanos y en las constituciones o cartas magnas de todos los países que se declaran y son democráticos”. Por ello, reclama que “ni lo justo ni lo ético no puede ser confundido con lo legal. Los problemas éticos deben ser resueltos en el campo ético y no en el jurídico. La ley no puede suplantar ni a la justicia ni a la ética. No todo lo legal es siempre ético”. Por ello, para Ribas “se impone denunciar todos los abusos que se cometan en nombre de la justicia”.
