El domingo 6 de septiembre llegó al país, Miroslaw Adamczyk, con el fin de ocupar la titularidad de la Nunciatura Apostólica en el país. En febrero pasado, el papa Francisco lo había designado para este nuevo destino.
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Hoy fue recibido en audiencia, por Felipe Solá, ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, a quien le entregó la copia de las correspondientes cartas credenciales. De la reunión participó el secretario de Culto, Guillermo Oliveri, el jefe de gabinete de la Cancillería, Guillermo Chaves, y el encargado de negocios de la Nunciatura, Aliaksandr Rahinia.
Privilegio y responsabilidad
Según lo informado por la Cancillería, durante el encuentro, compartieron la atenta mirada que el Papa Francisco tiene sobre el país. Además, dialogaron de la crisis provocada por la pandemia del virus del Covid-19 y analizaron el contexto global.
El canciller Solá destacó la “incansable prédica de Francisco por la protección de los más vulnerables, la solidaridad y el cuidado de la casa común”. También recordó que el Papa, en la última audiencia, propuso que para salir de una pandemia, “es necesario cuidarse y cuidarnos mutuamente”.
El Nuncio, por su lado, indicó “que ser el representante del Papa en su país natal es un privilegio y, al mismo tiempo, una responsabilidad. El Santo Padre conoce Argentina y sus problemas, me habló del país y de la Iglesia con mucho amor. Él sigue desde Roma la vida de sus compatriotas y lo hace con mucho cariño y atención. Reza continuamente por Argentina”.
