Tras el fallo de la Corte Suprema de Justicia colombiana de detención domiciliaria al expresidente Álvaro Uribe Vélez este 4 de agosto, en el país hay opiniones divididas. “Siempre lo he considerado y lo consideraré un patriota genuino”, ha dicho el presidente de la República, Iván Duque en referencia a su mentor político.
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En la otra acera, el excompañero de partido y también expresidente, Juan Manuel Santos, ha dicho, en un trino, que “como ser humano he aprendido a no desearle el mal a nadie. Espero que el expresidente Uribe pueda resolver su difícil situación”.
Vida Nueva ha consultado con Elkin Álvarez Botero, secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) y obispo auxiliar de Medellín, para conocer su opinión sobre este tema ‘tan sensible’ para muchos colombianos.
No ahondar en la polarización
El prelado ha expresado que “el principal llamado que en este momento tiene la Iglesia es a no permitir una polarización política para evitar la desunión social”, aclarando que “lógicamente nosotros creemos en la institucionalidad tanto de la rama judicial como del gobierno nacional”.
Además ha pedido que todos los procesos a los que haya lugar “se lleven con honestidad, cordura, objetividad y no dejando prevalecer intereses personales”. Apuesta a la ponderación sobre todo en una nación que busca la paz, por tanto “no queremos ahondar en la polarización justamente porque ahora algunos sectores invitan a ponerse de un lado o de otro” y “eso divide”.
Lo mejor para el país
Álvarez ha indicado que por ahora no hay un comunicado oficial de la CEC, solo esperarán en las próximas horas que los hechos sigan su curso para hacer un pronunciamiento en conjunto, porque “nosotros como Iglesia queremos invitar a que en este momento busquemos lo mejor para el país”.
Al respecto “creemos que la justicia puede seguir los caminos para lo que está hecha”, por lo que “si esto suscita una división fuerte como la que aparece en el panorama, nosotros sí tendríamos que intervenir en busca de la unidad”.
Foto: Semana
