Fernando Vidal, sociólogo, bloguero A su imagen
Director de la Cátedra Amoris Laetitia

Diario del coronavirus 26: casi nadie, solamente, poco más…


Compartir

¿Estamos preparados para que el mundo tome la dirección correcta en la encrucijada en la que nos ha puesto esta pandemia? ¿Vamos a ser capaces de que algo así nunca vuelva a pasar? ¿Vamos a poder cambiar como Humanidad para ser una fraternidad libre de iguales? ¿Te sientes impotente? Yo, a ratos, sí.



Puede que creas que no eres casi nadie, que tus palabras no hacen casi nada y que casi nadie te escucha, pero si juntamos todos esos “casis nada”, puede que seamos casi algo y puede que tu “casi algo” sea suficiente si todos ponemos nuestros casis también.

Casi…

Puede que creas que solamente te queda una vela, que solamente tienes una linterna y que en tu piso solamente hay unas pocas ventanas para iluminar el mundo, pero puede que esos “solamentes” sean suficientes si todos solamente nos encendemos a la vez. 

Solamente…

Puede que creas que puedes hacer poco más, que no tienes salvo un poco más de tiempo y que puedes poner solo un poco más dinero, pero todos nuestros “pocos más” son suficientes para ser un gran mucho.  

Poco más…

Apenas tengo influencia, apenas tengo poder, apenas sé dónde se cambian las cosas, pero sé mi “apenas” con tu “apenas” y con todos los “apenas” de los demás, son suficientes para cambiarlo todo. 

Apenas…

Cada uno en su casa confinado es invisible; cada uno mandando mensajes por redes y teléfonos es un canario piando en su jaula; cada uno en su pantalla sentirá que no puede mover a nadie, pero todos esos “cada uno” somos toda la sociedad. 

Cada uno…

Una sola persona aplaudiendo en su ventana es un loco, tres personas aplaudiendo en sus ventanas son unos amigos, mucha gente aplaudiendo junta son un pueblo.  

Puede que tus casis, solamentes, poco más, apenas y cada uno, te parezcan tan poco que nada puede cambiar, pero recuerda entonces la lluvia de millones de gotas, las cosechas de millones de granos, las manifestaciones de un millón de personas, miles de personas cosiendo mascarillas en su casa hora tras hora y día tras día. Entonces comprenderás que nuestros casis, solamentes, poco más, apenas y cada uno lo son todo y que sin los tuyos no hacemos nada.