El secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Luis Argüello, ha tildado hoy de “doloroso” el inicio de la tramitación parlamentaria de la Ley de Eutanasia planteada por el Gobierno de coalición. Del mismo modo, el obispo auxiliar de Valladolid ha abogado por “la radical dignidad de la vida humana sin provocar la muerte de manera activa”. Así lo ha expresado hoy, unas horas antes de que presumiblemente se apruebe esta tarde la tramitación legislativa –con la negativa de PP y Vox–, durante la participación en un foro económico en Valladolid, ante la presencia del alcalde socialista, Óscar Puente.
El prelado ha reconocido que la propuesta sobre la eutanasia no le gusta “ni un pelo”, tampoco la fecha escogida para iniciar el trámite en el Congreso de los Diputados, día de la Virgen de Lourdes, Jornada Mundial del Enfermo. Una vez más, el portavoz de los obispos ha insistido en la necesidad de apostar por los cuidados paliativos. “Acoger, acompañar a la vida humana en todas las circunstancias”, pero con el matiz de que la Iglesia no defiende “el ensañamiento terapéutico”, porque no creen que los hombres sean “tan dueños de la vida como para mantenerla a ultranza con modos mecánicos”. Eso sí, “nunca” apuestan por “provocar diariamente la muerte”, como recoge Europa Press.
El obispo ha insistido en valores como la ternura y la compasión para abordar enfermedades incurables, y ha incidido en desechar que la “solución” al problema sea que “la persona que sufre desaparezca”, por lo que ha defendido que, ante el sufrimiento, la respuesta no solo sea “emotiva”, sino también de “razonar y acompañar”.
El suicidio “oculto”
Argüello ha puesto sobre la mesa un problema también a tener en cuenta: el “suicidio oculto”, la causa de muerte violenta más importante en España y sobre la cual se pregunta qué medidas de prevención hay, o sobre la soledad.
Al secretario general se le ha preguntado sobre la visión que tiene la Iglesia del actual Gobierno y sus relaciones, las que plantea con “confianza en el diálogo”, al tiempo que se ha mostrado seguro de que hay “espacios de discreción” para que pueda haber “interlocutores”. De hecho, ha reconocido que la pasada semana se reunió de forma “cordial” con un equipo directivo de un ministerio.
Por otro lado, Argüello ha señalado que la sociedad vive una “crisis entrópica”, a causa de un “agotamiento del sistema”, basado en la “competencia posicional”, tanto en la economía como en la convivencia política, pues ha recalcado que el debate político está marcado por ” la cultura del enfrentamiento”. Además, ha explicado que esa cultura del enfrentamiento es propia de un momento en el que “el sujeto ideal de una dominación totalitaria no es el nazi convencido, ni el comunista convencido, ni el franquista convencido es la gente para la que la distinción entre verdadero y falso no existe”.
