Mario Iceta: “No hay demanda social de eutanasia, pero sí la hay de cuidados paliativos”

  • Los obispos presentan un documento con 60 cuestiones sobre la eutanasia porque el debate actual “es una cuestión ideológica”
  • “Es escalofriante que los cuidados paliativos solo lo reciban en nuestro país el 10% de los niños que los necesitan”, señalan

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“No existe en España una demanda social de eutanasia, pero sí la hay de cuidados paliativos. No hay en una demanda de morirse, la gente no quiere morirse, pero sí que la hay para que les alivien el dolor”. Así de contundente se mostró Mario Iceta en la presentación, el 4 de diciembre, en Madrid, del documento Sembradores de esperanza. Acoger, proteger y acompañar en la etapa final de esta vida, tras su aprobación en la Asamblea Plenaria del pasado noviembre.



El presidente de la Subcomisión episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida negó que este “texto coral” fuese una reacción a que la eutanasia esté en la agenda política de PSOE y Podemos con el preacuerdo firmado por ambas formaciones para una posible coalición gubernamental. “Llevamos dos años trabajando en este texto, en el que han participado decenas de personas, desde enfermos, sus familias, personal sanitario, agentes de pastoral de la salud…”, señaló el también obispo de Bilbao.

En todo caso, el documento sí que se pregunta “¿qué subyace en el reciente debate social sobre eutanasia y suicidio inducido?”. Y la respuesta también es clara: “El debate actual no está planteado como una cuestión médica, sino más bien ideológica”.

Sembrar esperanza en enfermos y familiares

Articulado en torno a 60 preguntas y respuestas (se caen 40 con respecto a aquella otra iniciativa similar publicada en 1998 con el título de La eutanasia: cien preguntas y respuestas sobre la defensa de la vida humana y la actitud de los católicos), el texto pretende “sembrar esperanza en aquellos enfermos en situación terminal y en sus familias, acompañar y reconfortar al enfermo, dar esperanza, acoger y sostener a las familias y seres queridos e iluminar la tarea de los voluntarios”.

A lo largo de toda la presentación se hizo hincapié en la importancia de los cuidados paliativos. “Se echa de menos una ley para fomentarlos, porque están muy poco desarrollados”, apuntó Iceta. “Hagan una ley de cuidados paliativos antes que de eutanasia. No todos los ciudadanos tienen la oportunidad de tener esos cuidados, depende de la comunidad autónoma en la que residan, por lo que lo primero es ofrecer una atención médica para el final de la vida”, señaló por su parte el doctor Jacinto Bátiz, especialista en paliativos en la Orden de San Juan de Dios. “La medicina paliativa elimina los dolores de las personas. La eutanasia elimina a la personas”, enfatizó el médico.

En este sentido, fueron muy llamativos los datos ofrecidos por Encarna Pérez, enfermera con 15 años de experiencia en paliativos: “En España, 125.000 mil personas necesitan cuidados paliativos y hay 60.000 que no los pueden recibir. Y me parece escalofriante que estos cuidados solo lo reciban el 10% de los niños que los necesitan”.

Debilita los lazos sociales

La Asamblea Médica Mundial se opone firmemente a la eutanasia porque no ofrece ni calidad de vida ni calidad de muerte”, dijo Iceta, él mismo médico y experto en bioética. “La eutanasia socava la relación médico-paciente, genera inseguridad en la familia y debilita los lazos en la propia sociedad, porque la deshumaniza”, abundó el prelado, en la línea con un documento de 70 páginas que pretende, en la línea del papa Francisco, fomentar “la cultura del encuentro en lugar de la del descarte”.

“Rechazar el dolor es justo y no censurable y la medicina ofrece un gran arsenal para ello”, aseguró Iceta, afirmación que fue apuntalada por el médico. “No se pretende alargar la vida con obstinación terapéutica ni acortarla deliberadamente con la eutanasia, sino ayudar a sobrellevar ese dolor, porque no se puede decir que no hay nada más que hacer. Siempre hay muchas cosas que el enfermo necesite, aunque sepa que la ciencia ya no puede hacer nada más por su enfermedad. Pero se pueden aliviar los síntomas”, afirmó Bátiz, quien se mostró partidario de la sedación paliativa “para tratar de garantizar una muere serena y en paz, no de provocarla. Y esa es la gran diferencia con la eutanasia”.

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