No saben si quiera quién es el padre Edwing Román. Simplemente les llegó el mensaje y tuvieron la feliz idea de compartirlo. Desde hace unas semanas circula un montaje con las imágenes de tres niños y un sacerdote divido en cuatro partes en el que puede leerse: “Y la culpa no era mía/ ni dónde estaba/ ni cómo vestía/ el violador eres tú”; la proclama feminista nacida en Chile que Izquierda Unida ha empañado utilizándola para acusar de pederasta al párroco de Masaya, en Nicaragua, que se está jugando la vida ante el régimen sandinista por defender a su pueblo.
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El problema es que no se hace a título personal o desde una cuenta sin foto. No. La proclama se comparte desde la cuenta de Izquierda Unida Madrid Centro, que parece ignorar que el sacerdote ha acompañado una huelga de hambre de madres de presos políticos del régimen de Daniel Ortega. Además de utilizar los rostros de menores a los que señalan como víctimas.
Por fin han borrado el tuit. Agradezco infinito a todos los que lo han conseguido. Pero mirad, vaya manera de pedir disculpas las de @IUMadridCentro después de un tuit que perfectamente podría ser motivo de delito penal. Su Community Manager se viste de gloria. pic.twitter.com/EYbl29SjQy
— Xiskya ن (@xiskya) December 15, 2019
Ante la provocación, la denuncia de muchos tuiteros ofendidos no se hizo esperar. La religiosa de la Pureza de María Xiskya Valladares, siempre activa en la red social, fue una de las primeras en denunciar el atropello contra el padre Román. “Ruego a todas las personas de bien que denuncien esta cuenta”, reclamó en defensa de su compatriota. Un ruego que fue escuchado hasta por el obispo Silvio Báez.
Antes, la monja nicaragüense afincada en España respondió al fotomontaje de la formación de Alberto Garzón. “Borren inmediatamente ese comentario porque este sacerdote es íntegro y entregado al pueblo que pueblo. Denunciaremos”, advirtió.
Tras cientos de retuits y miles de ‘likes’, la formación ha tardado más de 24 horas en borrar el ofensivo tuit. El daño ya está hecho. Y, además, han olvidado pedir perdón.
