Obispos, religiosos y laicos exigen un cambio democrático en Venezuela

  • “Es moralmente inaceptable la creciente represión por motivos políticos, la violación de los Derechos Humanos y las detenciones arbitrarias y selectivas”, denuncian
  • Proponen oraciones especiales durante la celebración de la eucaristía del próximo domingo

En un comunicado conjunto, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), la Conferencia de Religiosos y Religiosas de Venezuela (CONVER) y el Consejo Nacional de laicos de Venezuela (CNL) han vuelto a mostrar su preocupación por la “dramática situación” del país. Una situación de “injusticia y sufrimiento” y de “indefensión ante la justicia” que ha motivado “la búsqueda de un cambio político a través de un proceso de transición pacífica y transparente” a través de “elecciones libres y legítimas para retomar el rumbo democrático” y la “reconstrucción del tejido social” del país americano.

En este sentido, ponen de manifiesto los principios constitucionales como vía “para evitar mayores sufrimientos y dolores al pueblo” en sintonía con los valores evangélicos de la justicia y la paz. Hay que recordar, que el presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, se reunió con los obispos de Venezuela en la sede de la Conferencia Episcopal el pasado 1 de febrero.

Por la independencia de las instituciones

Las entidades eclesiales han denunciado que “es moralmente inaceptable la creciente represión por motivos políticos, la violación de los Derechos Humanos y las detenciones arbitrarias y selectivas”. Por ello, exigen que cese esa represión y las Fuerzas de Seguridad “asuman su verdadera responsabilidad de proteger al pueblo en toda circunstancia”, incluso en las protestas.

Responsabilidad que extienden a entidades independientes como el Ministerio Público y la Defensoría del Pueblo, que fieles a las ordenanzas de Maduro, en casos como las detenciones de menores, caen “contradicción con las mismas leyes que profesan respetar”.

La fuerza de la protesta

Por otro lado, las entidades agradecer “a los activistas que defienden y promueven los Derechos Humanos en momentos de crisis y tensión en el país”. Su papel en las protestas de estas semanas es un “servicio” y un aliento para “las víctimas que sufren injusticias”. Las propias marchas organizadas son un “anhelo de un mejor futuro, donde la vida no esté en riesgo permanente” para los firmantes.

En este sentido, la Iglesia –reivindican– está “comprometida desde hace muchos años en acompañar y auxiliar a la población más afectada, actuando de acuerdo a los principios de independencia, imparcialidad y humanidad”. Por ello, los firmantes solicitan que se levanten las trabas a la ayuda humanitaria para seguir realizando la labor de Cáritas y otras entidades “con equidad, inclusión, transparencia y efectividad”. De hecho, desde Cáritas Venezuela se ha publicado otro comunicado en el que exponen la situación en que se encuentran ante las trabas de recibir y distribuir ayuda humanitaria.

Siguiendo este espíritu, invitan a todo el pueblo a buscar “el bien común” y trabajar “sin descanso en la reconstrucción de la democracia y de la patria entera, evitando el derramamiento de sangre”, como ha pedido el papa Francisco. Para ello convocan a todos los creyentes a rezar en las misas del próximo domingo, 10 de febrero, “pidiéndole al Señor nos conceda la paz, la reconciliación, la libertad y la salud espiritual y corporal, y busquemos con creatividad gestos de fraternidad y solidaridad en las diferentes comunidades”, concluyen.

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