José Ángel de la Casa: “El Parkinson te vuelve más solidario”

José Ángel de la Casa, periodista enfermo de Parkinson

No se entiende el gol de Señor del España-Malta sin la voz de José Ángel de la Casa. Después de 11 años jubilado, y 14 desde que le diagnosticaran Parkinson, el hombre que nos narró trescientos partidos de fútbol, seis Juegos Olímpicos y ocho Mundiales, protagoniza un documental en el que nos muestra cómo convivir con su enfermedad. En Un señor de la Casa, promovido por la Federación Española de Parkinson, conocemos el partido más difícil y comprometido de la vida de este maestro de periodistas.

PREGUNTA.- Confiese: ¿Ha vuelto a cantar un gol en ‘petit comité’?

RESPUESTA.- (risas) Lo confieso: el gol de Iniesta. Creo que es el único que he vuelto a cantar desde que lo dejé.

P.- ¿Por qué se decidió a hacer el documental?

R.- Porque me pareció una buena idea para visibilizar le enfermedad, quitarle el estigma y ayudar tanto a quien lo padece como a sus familiares y, de paso, informar a quien no sepa qué es. Piensa que mi padre también sufrió la enfermedad y, en mi caso, es casi como una militancia.

P.- ¿Cómo se enteró de que lo padecía?

R.- Un día, en un partido de la Selección, me temblaba el micrófono en las manos. Un amigo lo vio por la tele, se dio cuenta, me llamó y me dijo: “Tienes que ir al médico”. Presagiaba lo que se confirmó: Parkinson. Y comencé una convivencia con él que persiste hasta hoy. Tras aquel temblor en las manos, continué transmitiendo partidos con un micrófono puesto en el cuello para que no se me notara, pero, en cuanto pude, me acogí al ERE para dejar de estar en activo.

P.- Un diagnóstico como el suyo, ¿hace que uno se replantee su espiritualidad, incluso su fe?

R.- Por supuesto. Te hace valorar las cosas más pequeñas, las más sencillas; te invita a replantearte para qué estamos aquí y disfrutar de todo de una forma más intensa. También te vuelve más sensible, más empático, más solidario…

P.- ¿Se imagina a Francisco viendo una final entre Argentina y España?

R.- ¡Por supuesto! Y rodeado de españoles y argentinos. El fútbol tiene la virtud de hacerte olvidar los problemas y no creo que el Papa tenga una vida nada tranquila. Por cierto, me cae fenomenal porque ha nombrado a dos obispos de mi pueblo –Los Cerralbos (Toledo)–. Debe ser un récord mundial difícil de batir.

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