A la espera del Te Deum que presidirá esta tarde en la basílica de San Pedro, León XIV despidió 2025 esta mañana en la plaza de San Pedro con la última audiencia general del año.
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El Papa hizo su particular balance, destacando algunos momentos “felices” como las peregrinaciones del jubileo y otros “dolorosos”, como “el fallecimiento del añorado Papa Francisco y los escenarios de guerra que siguen devastando el planeta”.
Dones y talentos
“Hoy estamos llamados a meditar sobre lo que el Señor ha hecho por nosotros el año pasado, así como también a hacer un honesto examen de conciencia, a valorar nuestra respuesta a sus dones y a pedir perdón por todos los momentos en los que no hemos sabido atesorar sus inspiraciones e invertir mejor los talentos que nos ha confiado”, compartió con los fieles que lo escuchaban.
Al detenerse en lo vivido durante este año, León XVI subrayó cómo el hecho de descubrir que “Dios es amor” es “la revelación inefable, de la que el Jubileo, con su pedagogía, con su indulgencia, con su perdón y finalmente con su paz, llena de lágrimas y de alegría, nos ha querido llenar el espíritu hoy y siempre la vida mañana”. “¡Dios es amor! ¡Dios me ama! ¡Dios me espera y yo lo he encontrado! ¡Dios es misericordia! ¡Dios es perdón! ¡Dios, sí, Dios es la vida!”, exclamó, parafraseando a Pablo VI en una audiencia general celebrada en diciembre de 1975.