En la tradicional alocución del Jefe del Estado ha hecho una llamamiento a la convivencia ante un nacimiento del siglo XVIII
Mientras los distintos partidos políticos y los activistas se enzarzan en la batalla cultural a costa de la Navidad, el rey Felipe VI ha mantenido los elementos religiosos habituales en su tradicional mensaje de Nochebuena. Aunque su alocución ha cambiado visualmente al ser hecho íntegramente de pie, no ha faltado uno de los belenes de Patrimonio Nacional y una felicitación explícita de la Navidad.
Desde el Salón de Columnas del Palacio Real, uno de los más solemnes junto al del trono, el Rey recordó que en ese mismo espacio se firmó hace 40 años la adhesión de España a las Comunidades Europeas. Desde allí, hizo una llamada a la convivencia y alertó de algunas de sus amenazas. Además, como es habitual, ha concluido su alocución deseando “Feliz Navidad a todos. Eguberri on, Bon Nadal, Boas Festas”, la fórmula que usa habitualmente en este día, empleando las lenguas cooficiales.
Visualmente el gesto inédito es que Felipe VI ha estado todo tiempo de pie. Pero no han faltado los elementos religiosos. A la estancia se ha añadido un árbol de Navidad con decoración en dorado y rojo en una de las esquinas de la sala. No muy lejos se ha colocado un nacimiento del primer cuarto de siglo del siglo XVIII. Este belén, que se ha enfocado en la cabecera del mensaje, es de madera tallada y policromada con las figuras del Niño Jesús, la Virgen María y San José. Pertenece a la colección de Patrimonio Nacional y de los que se conserva en el cercano monasterio de las Descalzas Reales.
Además, a la izquierda de la imagen ofrecida por los realizadores colgaba un tapiz con una escena de los Hechos de los Apóstoles, de Jan Raes y Jacob Geubels II del siglo XVII. Una de las escenas que Rafael Sanzio creó para la serie de escenas bíblicas de la Capilla Sixtina, bajo la que los cardenales han celebrado este año el cónclave.