Aseguran que “tal pausa mostraría un respeto decente por la humanidad de estas familias. Ahora no es el momento de ser indiferentes hacia el sufrimiento causado por la aplicación de la ley de inmigración”
Detención de un inmigrante en Miami, Florida. Foto: EFE
Los obispos de Florida pidieron al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y al gobernador de ese estado, RonDerSantis, detener las aprehensiones de inmigrantes durante las vacaciones de Navidad (del 20 de diciembre al 6 de enero en Estados Unidos) y aseguraron que “tal pausa mostraría un respeto decente por la humanidad de estas familias. Ahora no es el momento de ser indiferente hacia el sufrimiento causado por la aplicación de la ley de inmigración”.
En un comunicado señalaron que “la frontera ha sido asegurada. El trabajo inicial de identificación y eliminación de delincuentes peligrosos se ha logrado en gran medida. Más de medio millón de personas han sido deportadas este año, y casi dos millones más se han autodeportado voluntariamente”.
El mensaje es firmado por el arzobispo de Miami, Thomas G. Wenski y el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Miami, Enrique E. Delgado, así como por los obispos de san Petersburgo, Gregory L. Parkes; de Palm Beach, Gerald M. Barbarito; de Pensacola-Tallahassee, William A. Loca; de Venice, Frank J. Dewane; de San Agustín, Erik T. Pohlmeier y de Orlando, John G. Noonan.
Para los obispos, “el enfoque de aplicación máxima de tratar a los inmigrantes irregulares en masa significa que ahora muchas de estas operaciones de arresto inevitablemente barren a un número de personas que no son delincuentes, sino que solo están aquí para trabajar. Cabe señalar que una mayoría significativa de los detenidos en Alligator Alcatraz no tienen antecedentes penales”.
En ese sentido, destacaron que a veces, en muchos de esos casos se incluye “a aquellos con autorización legal para estar aquí. Eventualmente, estos casos pueden resolverse, pero esto lleva muchos meses, causando un gran dolor para sus familias. Una creciente mayoría de estadounidenses dice que las duras políticas de aplicación van demasiado lejos. Un clima de miedo y ansiedad está afectando no solo a los migrantes irregulares, sino también a los miembros de la familia y vecinos que están legalmente en el país”.
Los obispos aseveraron que Estados Unidos es una nación “ricamente bendecida. A pesar de los desafíos que enfrenta nuesto país, los estadounidenses disfrutamos de una paz y prosperidad que es la envidia del mundo, hecha posible por nuestro orden constitucional especial que protege nuestras libertades. No es de extrañar que tantos busquen venir aquí“.
Si bien -añadieron- la aplicación de la ley siempre será parte de cualquier política de inmigración, esto “puede llevarse a cabo de una manera que reconozca el debido proceso, así como la humanidad y dignidad de todos los afectados…. Una pausa durante esta temporada santa puede ‘bajar la temperatura’ dentro de nuestras divisiones partidistas, aliviar el miedo y la ansiedad presentes en muchas de nuestras familias inmigrantes e incluso no inmigrantes y permitirnos a todos celebrar con mayor alegría el advenimiento del Príncipe de la Paz”.
