África

La Navidad llega a Nigeria a pesar de los secuestros: los obispos celebran la liberación de los estudiantes católicos

| 23/12/2025 - 17:35

Según Ayuda a la Iglesia Necesitada, 200 sacerdotes han sido secuestrados en el país en la última década





Las autoridades nigerianas han anunciado la liberación de otros 130 estudiantes secuestrados de una escuela católica en noviembre, después de que 100 fueran liberados a principios de este mes y otros 50 escaparan de la custodia el segundo día después del secuestro.



Y es que, tal como recoge The Tablet, a finales de noviembre varios hombres armados secuestraron a 315 estudiantes, incluidos alumnos de primaria y secundaria y personal del internado mixto St Mary’s en el estado de Níger, Nigeria.

Nigeria ha sido testigo recientemente de una nueva ola de secuestros masivos, que recuerdan el secuestro de niñas en la ciudad de Chibok por parte del grupo militante Boko Haram en 2014. La Asociación Cristiana de Nigeria (CAN) informó que un total de 315 estudiantes y personal fueron secuestrados. Unos 50 escaparon inmediatamente después, y el 7 de diciembre el gobierno logró la liberación de unos 100 más.

Mensaje de los obispos

Mientras, en un mensaje de Navidad a sus aproximadamente 45 millones de cristianos del país, la Conferencia de Obispos Católicos de Nigeria (CBCN) alentó a los católicos a poner su fe en Jesucristo, en medio de los desafíos de la inseguridad, la corrupción y la desesperanza.

“Recordamos con profundo dolor el secuestro de estudiantes y personal de la Escuela Católica St. Mary’s en Papiri, estado de Níger, y la angustia de las familias cuyos seres queridos permanecen en cautiverio, junto con innumerables personas en todo el país que viven bajo amenazas similares”, señalaron en su mensaje.

“En Jesucristo, nacido en humildad y vulnerabilidad, Dios entró en la historia humana, abrazó el sufrimiento humano y eligió la presencia en lugar del abandono”, subrayan los obispos. “Dios se hace hombre y habita entre nosotros. En él, Dios es Emmanuel, Dios con nosotros. Comparte nuestra carne y nuestra suerte. Es a través de esta verdad que debemos leer nuestras vidas, nuestra nación y nuestro futuro”.

Ataque a una iglesia en Nigeria

“Si bien la injusticia ha herido nuestra vida en común”, continúan en su mensaje, “la Navidad nos asegura que estos patrones no son irreversibles. Lo fracturado puede reconstruirse, y lo herido puede sanar, si aceptamos la responsabilidad compartida”.

“Incluso en medio de estas pruebas, siguen surgiendo señales de esperanza en nuestra tierra. En nuestras comunidades, muchos nigerianos eligen silenciosamente la valentía sobre el miedo, la honestidad sobre la corrupción y el servicio sobre el interés propio. Estos actos diarios de fidelidad nos recuerdan que el corazón moral de nuestra nación sigue vivo y que la renovación puede crecer incluso en un terreno difícil”, aseveran.

200 sacerdotes secuestrados en la última década

Entre 2015 y 2025, al menos 212 sacerdotes católicos han sido secuestrados en Nigeria, en una ola de violencia que afecta a todo el país. Así lo revela un estudio que está elaborando la Conferencia Episcopal Católica de Nigeria, que ha sido compartido con la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN).

La investigación documenta secuestros en al menos 41 de las 59 diócesis y archidiócesis católicas del país, lo que representa el 70% de las circunscripciones eclesiásticas de Nigeria. Los datos coinciden con los recogidos por el Informe Libertad Religiosa en el Mundo 2025 de ACN, que identifica a Nigeria como uno de los países más peligrosos del mundo para el clero y los líderes religiosos cristianos.

Según el documento enviado a ACN, de los 212 secuestrados, 183 fueron liberados o consiguieron escaparse, 12 fueron asesinados y 3 murieron posteriormente como consecuencia del trauma y las lesiones sufridas durante su cautiverio.

Actualmente, al menos cuatro sacerdotes secuestrados permanecen en cautiverio: el padre John Bako Shekwolo, el padre Pascal Bobbo, el padre Emmanuel Ezema y el padre Joseph Igweagu. El informe también confirma que al menos seis sacerdotes fueron secuestrados más de una vez, lo que pone de relieve la persistente vulnerabilidad del clero católico.

Sin embargo, el número real de casos es sin duda mayor. Aún no se han presentado datos de 18 diócesis, y ACN ha registrado de forma independiente casos aislados de secuestro durante los últimos años en al menos otras cinco diócesis, que no se incluyen en el estudio hasta la fecha. Además, el informe no incluye incidentes que involucran a órdenes y congregaciones religiosas.

Iglesias cerradas y comunidades desplazadas

La diócesis con el mayor número de secuestros según el informe es Okigwe, con 47 casos, seguida de Port Harcourt (14) y Nsukka (13). Otras diócesis también reportan cifras particularmente altas, como Kaduna, Kafanchan y Nnewi, cada una con nueve secuestros.

El impacto de esta violencia ha sido devastador para las comunidades cristianas locales. Aldeas enteras han sido desplazadas, parroquias abandonadas y la vida pastoral se ha visto gravemente perturbada en amplias zonas del país. Solo en la diócesis de Minna, más de 90 iglesias se han visto obligadas a cerrar debido a la actividad terrorista sostenida y la inseguridad crónica. Muchos sacerdotes fueron secuestrados directamente de sus rectorías, mientras viajaban por trabajo pastoral o se dirigían a celebrar la Santa Misa.

¿Quién está detrás de la violencia?

La violencia que devasta Nigeria no afecta solo a los cristianos. El terrorismo, las bandas armadas y los secuestros también se cobran la vida de muchos musulmanes. Sin embargo, en amplias zonas del país, los cristianos sufren persecución selectiva debido a su fe, especialmente en regiones dominadas por grupos yihadistas y milicias étnico-religiosas.

Según el Informe Libertad Religiosa en el Mundo 2025 de ACN, en el norte de Nigeria, la principal amenaza proviene del terrorismo yihadista, en particular de grupos como Boko Haram y el Estado Islámico de África Occidental (ISWAP), cuyo objetivo declarado es imponer una ideología islamista radical.

En el centro de Nigeria, especialmente en la región del Cinturón Medio, la violencia se debe principalmente a ataques sistemáticos perpetrados por milicias fulani, responsables de masacres, desplazamientos forzados, destrucción de aldeas predominantemente cristianas y la ocupación de tierras de cultivo. Aunque estos conflictos a veces se presentan como de naturaleza étnica o económica, en la práctica afectan abrumadoramente a las comunidades cristianas y tienen una dimensión religiosa.

A esto se suma una persistente discriminación estructural e institucional, que deja a muchas comunidades cristianas del norte sin protección efectiva por parte del Estado.

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