“Ver cómo la gente nos ayuda es una esperanza para nosotras, y nos da mucha alegría ver cómo los ciudadanos participan y se animan a colaborar”, señalan las religiosas
La venta de dulces no basta. Las religiosas concepcionistas franciscanas de la Orden de la Inmaculada Concepción de Valladolid se han lanzado a proponer a todos los conocidos la propuesta de apadrinar una de las 200 vigas para salvar el claustro del monasterio. Una iniciativa que se anuncia bajo el lema ‘Apadrina una viga’.
Fundado en 1521, el Monasterio de La Concepción de Valladolid necesita una reforma ante el riesgo de caerse. Por eso las monjas se han fijado en las vigas de madera cuyo riesgo de estropearse es evidente. Las 200 vigas sufren “daños irreparables” que si no se arreglan “se estropearán en un futuro”, señalaron las contemplativas a la diócesis, según recoge Diario de Valladolid. Por ello, añaden, la reforma que “corre prisa” ya que las estructuras pertenecen al claustro principal, que las hermanas “necesitan y usan” continuamente. “Reparar 200 vigas es mucho dinero para nosotras y toda ayuda es necesaria y bienvenida”, explican las monjas.
Hasta ahora, precisan, la ayuda “no ha sido mucha” en este primer mes y medio de campaña. “Al final es el primer año que llevamos a cabo esta iniciativa y lleva poco más de un mes anunciado, es normal que la gente todavía no lo conozca y que la ayuda que nos ha llegado hasta ahora sea de las personas que pasean por la zona. Por eso hay que darlo a conocer y publicarlo más para que la gente se anime”, relatan desde el monasterio. “Nosotras estamos sacrificando mucho más trabajo para aportar más ingresos y arrimar el hombro en el caso de que tengamos que depositar lo que falte”, destacan por su parte las monjas. Estos ingresos se unen a la repostería que venden incluso a través de ‘Dulces Conventos’, o la elaboración de adornos artesanales de Navidad. “Ver cómo la gente nos ayuda es una esperanza para nosotras, y nos da mucha alegría ver cómo los ciudadanos participan y se animan a colaborar. Lo que agradecemos”, señalan las religiosas.