El ministro de la Presidencia envió una misiva al secretario de Estado de la Santa Sede hace uno días, coincidiendo con una infructuosa reunión entre el Gobierno y el Episcopado a costa de la crisis de los abusos
El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin
Tensión máxima entre la Iglesia y el Gobierno. Después de años de desencuentros, la relación eclesial con Moncloa se encontraría en uno de los momentos más complejos desde que Pedro Sánchez asumiera la presidencia del Gobierno en 2018.
El nuevo conflicto generado este domingo por la entrevista en ‘La Vanguardia’ del presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, se enmarcaría dentro de una relación más que tirante. Según ha podido confirmar ‘Vida Nueva’, hace tan solo unos días tuvo lugar una reunión entre representantes del Episcopado y el Ejecutivo de coalición. Testigos del encuentro comparten que las discrepancias entre ambas partes fueron más que notables, rompiendo así la dinámica de trabajo que se estaba llevando a cabo desde hace un año, por ejemplo, a la hora de abordar la crisis de los abusos sexuales.
A esto se sumaría otro hecho que habla de ese enfrentamiento de facto. ‘Vida Nueva’ ha podido confirmar que el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, habría dirigido en estos últimos días una carta formal al cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin.
Ya el pasado 24 de octubre Bolaños protagonizó un viaje exprés a Roma para mantener un encuentro con Parolin. En la reunión, se habría abordado tanto la lacra de la pederastia como la resignificación del Valle de los Caídos. El ministro habría buscado, especialmente en la cuestión de los abusos, que Roma deslegitimara el plan adoptado por la Iglesia española. Según ha podido saber ‘Vida Nueva’, desde el Vaticano se respaldó y se respalda la acción de los obispos y de los religiosos en esta materia, de la misma manera que se apeló y se apela a la búsqueda de soluciones dialogadas con este Gobierno, sea cual sea la cuestión.
Estas desavenencias en privado que se corresponden con el choque frontal público de este fin de semana podrían tener como telón de fondo las negociaciones abiertas en relación a la apertura de una nueva vía de indemnización para las víctimas de la pederastia eclesial. Desde noviembre de 2024, equipos de la Iglesia y de Moncloa se habrían estado reuniendo para dar respuesta a aquellas personas que han descartado acudir a la comisión independiente de especialistas creada por la Conferencia Episcopal Española y la Conferencia Española de Religiosos.
Esta desconfianza de algunas víctimas contrastaría con el centenar que ya ha decidido acogerse al Plan para la Reparación Integral de las Víctimas de Abusos (PRIVA), que ya habría repartido más de 1,5 millones de euros, además de otras medidas como terapias psicológicas, peticiones de perdón…
En cualquier caso, en todo este tiempo se habrían celebrado varias reuniones técnicas para buscar una propuesta conjunta que pasaría por la creación de otra comisión ajena a la Iglesia que estaría supervisada por el Defensor del Pueblo. Así se habría llegado a la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal celebrada en noviembre. Según han confirmado esta revista, la propuesta se habría aprobado con un respaldo superior a los dos tercios requeridos. Además, los superiores mayores de las congregaciones también lo habría avalado. Sin embargo, unos y otros habría introducido algunos matices en la propuesta que debiera contar con el respaldo de Moncloa. Y puede que sea en esa letra pequeña donde se haya generado la confrontación.
