Días atrás, como ha hecho ya varias veces tras “anuncios de paz” que quedaron en agua de borrajas, Donald Trump reunió en la Casa Blanca a los presidentes de República Democrática del Congo, Félix Tshisekedi, y Ruanda, Paul Kagame, y proclamó a los cuatro vientos el cierre de las hostilidades entre ambos países vecinos.
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Y es que, en los últimos meses, la tensión en suelo congoleño es máxima. Sobre todo en la zona oriental del país africano, donde la milicia M23, con el indisimulado apoyo ruandés, se ha hecho con el control de buena parte de la región de Kivu, incluidas sus capitales en el norte, Goma, y en el sur, Bukavu. Conquistas siempre regadas por sangre de cientos de inocentes.
“Muchos negocios” a la vista
Mostrando una evidente satisfacción, el mandatario estadounidense (como en todas sus “mediaciones de paz”) deslizó que, al abrirse un nuevo contexto de estabilidad, en él podrían llevarse a cabo “muchos negocios”, también para empresas norteamericanas con grandes intereses en una zona muy rica en minerales… Sin embargo, la euforia de todos se ha visto cortada de raíz una vez que el M23 se ha hecho con Uvira, la segunda ciudad de Kivu Sur, tras Bukavu.
Y lo ha hecho, como en las anteriores veces, atacando con crueldad a la población civil, hasta el punto de que las autoridades locales, según recoge Vatican News, han hablado de “400 muertos y 200.000 desplazados” que han abandonado sus hogares a la carrera.
Guerra en RD Congo
En plena catarsis de la violencia, el papa León XIV, en el ángelus de este domingo 14 de diciembre, llamó a no violar el armisticio firmado apenas unos días antes: “Mientras expreso mi cercanía a la población, exhorto a las partes en conflicto a cesar toda forma de violencia y a buscar un diálogo constructivo, respetando los procesos de paz en curso”.
Huida a la desesperada a Burundi
La agencia Fides recoge el testimonio de una fuente local (que preserva su identidad por cuestiones de seguridad), quien documento cómo, “en dos días, unas 40.000 personas se han refugiado en Burundi”.
Y lo han hecho en condiciones dramáticas: “El cruce de la llanura de Ruzizi ha sido una tragedia para las poblaciones de los pueblos situados a lo largo de la carretera, obligadas a huir bajo los bombardeos realizados con drones, cohetes y bombas de mortero. Muchos han sido asesinados durante la huida, pero también en el momento de la entrada de las tropas de invasión en Uvira”. Entre los asesinados hay “muchas mujeres, niños, jóvenes y familias enteras”.
