Un martes más, al concluir su paréntesis semanal en la Villa Barberini de Castel Gandolfo, el papa León XIV ha respondido a las preguntas de algunos periodistas. Una oportunidad en la que ha podido valorar el último encuentro, este mismo 9 de diciembre, encuentro con el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky. Señaló que “el tema principal es la cuestión de la guerra, las formas de buscar un acuerdo, un alto el fuego. Hemos hablado específicamente de la cuestión de los niños secuestrados, de los prisioneros, de cómo la Iglesia puede ayudar a devolver a Ucrania sobre todo a los niños”.
El Papa defendió que “la Santa Sede está dispuesta a ofrecer espacio y oportunidades para las negociaciones”; pero que “hasta ahora no se ha aceptado la oferta, pero estamos dispuestos a buscar una solución y una paz duradera y también justa”. Ante la nueva invitación de Zelensky para visitar Ucrania, el Papa ha confirmado que espera poder llevarla a cabo, pero no sabe cuándo. “Hay que ser realistas en estas cosas, quizá se pueda hacer”.
Además, el pontífice lamentó que el trabajo de la Santa Sede para la repatriación de los niños ucranianos “por desgracia es muy lento” y “se lleva a cabo entre bastidores”. Por ello declinó hacer más comentarios, pero reiteró que se sigue “trabajando en ello, para intentar devolver a esos niños a sus hogares, a sus familias”. Tampoco quiso valorar las propuestas de Estados Unidos o de Europa para Ucrania ya que parece que “intentan desmantelar lo que considero que debe ser una alianza muy importante hoy y en el futuro”, añadió.
Ahora bien, León XIV defendió “que el papel de Europa es muy importante y que la unidad de los países europeos es realmente significativa” para la paz. “Buscar un acuerdo de paz sin incluir a Europa en las conversaciones no es realista. La guerra está en Europa y creo que, en las garantías de seguridad que se buscan hoy y en el futuro, Europa debe formar parte”, respondió ante las críticas estadounidenses a sus palabras en el avión a la vuelta del Líbano. Para el Papa, “lamentablemente no todos lo entienden así, pero creo que hay una gran oportunidad para que la idea de Europa se una y busque soluciones conjuntas”.
Sobre el último viaje, fue preguntado por qué no rezó “al menos visiblemente”, como habían hecho sus predecesores en la visita a la “Mezquita Azul” de Estambul. León XIV respondió: “¿Quién ha dicho que no he rezado? Es decir, han dicho que no he rezado, pero yo ya di una respuesta en el avión, mencioné un libro (‘La práctica de la presencia de Dios’, del hermano Lorenzo), puede que esté rezando incluso en este momento”. Y añadió: “Prefiero rezar en una iglesia católica en presencia del Santísimo Sacramento”. Finalmente se le preguntó por su traslado al Palacio Apostólico del Vaticano y confirmó que “aún no hay fecha”. “Estoy bien donde vivo, en el Santo Oficio”, añadió informando que viven con él los secretarios particulares y que “no habrá nadie más” –cerrando la puerta a que ocupase el apartamento papal una comunidad agustina–.