Entrevistas

Martin Kmetec: “El diálogo interreligioso se desarrolla a través de la caridad”

| 05/12/2025 - 04:37





El fraile franciscano conventual Martin Kmetec (Eslovenia, 1956) es el arzobispo de Esmirna y presidente de la Conferencia Episcopal de Turquía. Estudioso del diálogo interreligioso y políglota, Francisco confió en él en 2020 para la archidiócesis turca –con una comunidad de 5.000 católicos y que ya conocía como misionero–. Allí llegaba después de nueve años en el convento de su congregación en Estambul, del que llegó a ser superior. Antes estuvo también más de una década en Beirut.



PREGUNTA.- ¿Qué significa la visita de un Papa para Turquía? ¿Cómo han acogido los creyentes que sea el primer viaje de León XIV?

RESPUESTA.- La visita de León XIV ha representado una gran oportunidad para el Estado turco, ya que resalta la importancia histórica de este país. Gracias a esta visita, el tesoro histórico y cultural desarrollado a lo largo de los siglos se convierte en un recordatorio y una lección para el futuro de la civilización humana: para el diálogo, la paz y el respeto a todas las creencias y religiones. La visita del Papa es de gran actualidad y relevancia para todo el mundo: los medios de comunicación de todas las naciones lo han cubierto. Y también es un acontecimiento significativo en las relaciones entre Turquía y la Santa Sede.

Los fieles de este país recibieron la noticia con gran entusiasmo y alegría. La presencia del Pontífice entre nosotros significa que nuestras Iglesias, de diversos orígenes, no han sido olvidadas por ser pequeñas. Del mismo modo, el testimonio que ha marcado la historia del cristianismo a lo largo de los siglos no ha sido olvidado.

P.- ¿Cómo viven los 60.000 católicos turcos su fe?

R.- Viven, como en cualquier otro país, participando en la liturgia y otras formas de vida cristiana. Están integrados en el tejido de la sociedad civil, preservando la fe y dando testimonio de amor al prójimo. Podemos decir que todos los cristianos turcos son ciudadanos fieles del Estado. Incluso los católicos de paso, que se encuentran en Turquía por diversos motivos, contribuyen a la sociedad de varias maneras. Existen diferentes niveles de colaboración: la OTAN, intercambios industriales y comerciales, intercambios culturales, trabajo y turismo. Uno de los espacios más importantes de encuentro con Turquía son las peregrinaciones; sin duda, no debemos olvidar a los migrantes que atraviesan el país en busca de un lugar en el mundo.

El abrazo de Cáritas

P.- Usted es un estudioso del diálogo interreligioso, ¿cómo se hace realidad este en medio de una sociedad musulmana?

R.- El diálogo se desarrolla en la vida, ante todo, a través del respeto a la fe y las creencias de cada persona. Para nosotros, los cristianos, el valor fundamental es la caridad, demostrada sobre todo en nuestra atención a los más vulnerables a través de Cáritas, el brazo operativo de la Iglesia, reconocido por el Estado como asociación. Cáritas fue el instrumento de asistencia para la población del sureste de Turquía tras el gran terremoto que azotó esta región el 6 de febrero de 2023. El diálogo se vive a través de reuniones organizadas con este fin, visitas durante festividades religiosas y la participación de las autoridades civiles en las celebraciones cristianas. Existen también diversos vínculos culturales en los ámbitos del arte y la música.

P.- El Concilio de Nicea fue un antes y un después para el cristianismo. ¿Qué podemos aprender de este momento histórico para el presente eclesial?

R.- La primera enseñanza del Concilio de Nicea es la verdad, testimoniada y proclamada, de que Cristo es el Hijo de Dios, de la misma naturaleza del Padre, Luz de Luz; y esta verdad se encarna en la unidad de la fe, que es su contenido fundamental, proclamada en la Profesión Nicena de Fe, que es el fundamento de la unidad de la Iglesia. Esta unidad debe traducirse en el mandamiento del amor, el respeto entre las Iglesias de diferentes tradiciones y, sobre todo, un compromiso compartido con la paz y la defensa de la dignidad de toda persona.

Hay otro elemento más: nosotros, como cristianos, profesamos esta fe en los momentos más importantes de nuestra vida cristiana: en la celebración del Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía. El texto del Credo, recitado en el momento de la profesión de fe por cada creyente, cobra vida y se vuelve conmovedor, porque se integra en nuestra vida y nos invita a dar testimonio y vivir según la enseñanza de Cristo.

Este texto, profesado con sinceridad de corazón y en verdad, introduce a cada creyente a la vida con Cristo y lo convierte en una piedra viva de la comunidad de la Iglesia. La tan esperada visita de Francisco, materializada por León XIV, confirma la importancia ecuménica del Concilio de Nicea desde sus orígenes hasta nuestros días y para siempre. Una sola fe en Cristo, Hijo de Dios; un solo Bautismo; una sola esperanza de redención para toda la humanidad.