“Esperamos que todo Oriente Medio se comprometa con el espíritu de fraternidad y de esfuerzo por la paz, incluso quien hoy se considera enemigo”, ha dicho el Papa antes de subirse al avión de vuelta a Roma
León XIV, en el papamóvil por Beirut
“Que cesen los ataques y las hostilidades. Que nadie crea que la lucha armada conlleva algún beneficio. Las armas matan; la negociación, la mediación y el diálogo edifican. ¡Elijamos todos la paz como camino, no solo como meta!”. Con estas palabras se ha despedido el papa León XIV de Líbano, en un emotivo discurso desde el Aeropuerto Internacional de Beirut, antes de subirse al avión de vuelta a Roma.
Asimismo, el Pontífice ha mostrado su esperanza de que “todo Oriente Medio se comprometa con el espíritu de fraternidad y de esfuerzo por la paz, incluso quien hoy se considera enemigo”.
En su discurso, ha mostrado su alegría por haber podido realizar “el deseo de mi amado predecesor, el papa Francisco, que tanto hubiera querido estar aquí”. “Él, en realidad, está con nosotros, camina con nosotros junto a otros testigos del Evangelio que nos esperan en el abrazo eterno de Dios; somos herederos de aquello que han creído; de la fe, la esperanza y el amor que los han animado”, ha recalcado.
Como ha reconocido Robert Francis Prevost, “durante estos pocos días, he visto muchos rostros y he estrechado muchas manos, recibiendo de este contacto físico e interior una fuerza de esperanza”. “Ustedes son fuertes como los cedros, los árboles de sus hermosas montañas, y están llenos de frutos, como los olivos que crecen en la llanura, en el sur y cerca del mar”, ha subrayado.