La ‘Operación Belorado’ que buscaría destapar un supuesto tráfico ilegal de arte sacro en el monasterio cismático burgalés arrancó ayer a primera hora de la mañana y continuó hasta bien entrada la noche en el convento de Orduña, donde se desplazaron hasta 14 agentes de la Guardia Civil.
Mientras esto sucedía, tal y como ha podido confirmar ‘Vida Nueva’, la ex abadesa del monasterio de Belorado, sor Isabel de la Trinidad, hoy ha pasado a disposición judicial y tendrá que declarar ante el tribunal junto al resto de inquilinas del cenobio.
El motivo inicial de la presencia de la Benemérita en Orduña era continuar con el registro vinculado a la operación que arrancó a primera hora de la mañana en Belorado por el que fue detenida, no solo la ex monja, sino también una segunda persona, que podría ser el anticuario que compró las piezas que supuestamente se habrían vendido.
Sin embargo, según ha podido confirmar ‘Vida Nueva’, los agentes quisieron aplicar las medidas cautelares vinculadas al desahucio del grupo cismático que implicaba ‘rescatar’ a las cinco monjas ancianas, de entre 90 y 101 años, que fueron trasladadas a Orduña para enviarlas a un convento de clarisas auténticas para que fueran cuidadas por ellas. Sería la Federación de Clarisas de Arantzazu las que tutelarían a estas ancianas
Los catorce guardiaciviles que se desplazaron hasta Orduña no pudieron completar su misión, si bien pudieron constatar la situación de vulnerabilidad en las que se encuentran las cinco monjas. Ya el pasado mes de agosto, las ex religiosas impidieron que la Guardia Civil culminaran el mandado judicial. Ayer se repitió la escena sobre este monasterio sobre el que también pesa una demanda de desahucio.